La nadadora costarricense de alto rendimiento, Adriana Morera Garita, está a las puertas de una posible tercera intervención quirúrgica en sus rodillas y lastimosamente, de un retiro temprano del deporte. A sus casi 25 años, la actual campeona centroamericana en categoría abierta decidió expresar lo que siente mediante una carta abierta:

"Lo voy a decir una vez, necesito sacarlo, necesito decirlo en voz alta.

El egoísmo del ser humano puede llegar a hacer daños permanentes, tan grandes que pueden destruir la esencia de una persona, todo por lo que ha trabajado y por lo que ha dedicado tiempo, esfuerzo y amor...

Cuando era una chiquita me "sobreentrenaron", sin pensar en el daño físico y mental que eso podía causarme. Cuando dejaron de lado mi valor humano y pusieron por delante sus beneficios personales, en ese momento empezó el daño.

Ahora, muchos años después, puedo entenderlo, como profesional en el área, no solo como atleta.


Aquí estoy, a mis casi 25 años frente a una posible tercera intervención médica en mis rodillas.
Voy a pasar de nuevo por el mismo infierno, el mismo dolor, posiblemente vuelva a dejar de sentir mis piernas por un tiempo mientras recupero, mientras rezo para que pueda recuperar adecuadamente.

Esta lesión me ha quitado oportunidades como atleta, oportunidades enormes, me ha minimizado. Tal vez no sea la mejor, pero he entregado hasta el alma por no dejarme caer fácil.

Como persona me ha obligado a conformarme a llevar una vida con límites, de los cuales nunca debí estar expuesta.

Como profesional en ciencias del deporte, a los que quieren o son entrenadores, sean responsables...por favor. En nuestras manos está la calidad de vida de las personas, la carrera de un atleta, el esfuerzo y sacrificio que una persona hace por cumplir sus metas.

Como atleta, a todos los que están ahí y siguen esforzándose por sus metas, nunca permitan que desvaloren su integridad humana. Ninguna medalla, ninguna marca o torneo nunca va a valer más que su calidad de vida, tanto física, emocional y mentalmente". 

A partir de este texto, LaJornada.cr asumió el compromiso de conversar con la atleta para profundizar sobre el futuro de su carrera. Adriana, o mejor conocida como "Nany", es enfática al asegurar que sus palabras son para buscar cambios en la natación, ya que ama profundamente la disciplina desde que tenía 7 años.

Verme otra vez sufriendo por una lesión, me hace pensar que no quiero que nadie pase por eso. Este texto lo escribo porque son muchos años de sentirme frustrada"

Con un tono bastante triste, la atleta asegura que ya perdió la cuenta de las veces que sufrió una lesión. Las más graves fueron dos en los hombros y tres en las rodillas, o al menos esas son las que están vivas en su mente con claridad.

Cuando era más joven, la nadadora se repetía a si misma que simplemente tenía mala suerte o todo era parte del arduo camino para llegar a la élite. No obstante, cuando ingresó a la universidad y se convirtió en profesional de las ciencias del deporte, Adriana se enteró que su carrera no fue bien guiada en los primeros años.

Aunque sé muy poco en comparación a otros entrenadores, sí pude notar que nunca se planificó mi carrera para nada en concreto. Pese a tener cierta proyección, desde muy pequeña entrené sin descanso y mi asistencia a los torneos era...prácticamente a lo que cayera. Nunca trabajamos por objetivos y eso hacía que las altas cargas influenciaran en mi recuperación física."

Para Adriana un gran problema, a nivel nacional, es que los equipos de natación se centran en uno o dos atletas y los demás se convierten en una especie de colchón para que estos deportistas salgan a traer medallas. Esta práctica debe ser erradicada, ya que limita el desarrollo de muchísimos nadadores con talento.

Los atletas, con proyección para llegar al alto rendimiento, deben tener sus propios objetivos y ser llevados por un camino propio. No pueden estar limitados por lo que haga otro compañero o no."

Aunque la experiencia parezca lejana, Morera recuerda con mucha viveza que en 2011 (en primera instancia, tenía una tendinitis en la rodilla) empezó a indicarle a su entrenador que le dolían muchísimo las rodillas al entrenar.

Estaba entrenando previo a un mundial junior y la respuesta del entrenador fue: "Que tenía que sobrepasar el umbral del dolor porque si no, era una mala atleta". Lloraba del dolor y nunca se me vio de manera integral."

La tendinitis terminó convirtiéndose en "Condromalasia Rotuliana", una lesión que implica que las rótulas de las rodillas se desprendan y generen hemorragias internas. En 2012 tuvieron que hacerle un implante de plasma rico en plaquetas. Esta intervención quirúrgica le impidió competir y siquiera caminar por más de un mes.

Estamos tratando con personas, no con máquinas. El entrenador debe tener buena comunicación con el atleta y no tomar decisiones porque sí. Simplemente por sentir que su jerarquía está por encima de todo."

Con la voz un tanto quebrada, la atleta acepta que le encantaría tener una larga plática con la Adriana de 10 años para decirle que ella vale más que una medalla. Aunque varias veces habló de este problema con sus padres, nunca los culparía porque ellos tampoco sabían nada del deporte y pensaban que este sufrimiento era parte del camino.

Me gustaría tomarla del brazo y decirle que ella es más que una medalla o un primer lugar. Que si duele algo o no se siente a gusto, hay que decirlo. Que crea en su intuición cuando sabe que el camino no es el mejor."

Pese a todas las piedras en el camino, Adriana ha hecho un carrera más que exitosa en el deporte. La atleta ostenta 27 medallas (20 de oro) en Juegos Deportivos Nacionales y tuvo en su momento, diversos récords centroamericanos y récords nacionales.

Actualmente "Nany" tiene 24 años y aunque le encantaría seguir poniendo la bandera de Costa Rica en lo más alto, es consciente que su cuerpo la limita cada día un poco más. Morera alza la voz para que jóvenes talentos se manifiesten y no dejen que nadie les borre la oportunidad de seguir disfrutando una disciplina tan hermosa.

¿Cómo me visualizo? (hace una pausa larga)...Como atleta no lo sé Diego. He tenido un encuentro muy complicado con esto. (...) Quiero recuperar mi salud y volver a disfrutar nadar. Y posiblemente si decido retirarme, no dejaría de nadar. Dado el caso que termine como entrenadora de natación, me encantaría que mis atletas no vivan la misma frustración que yo experimenté."