La Universidad de Costa Rica y un grupo interdisciplinario de profesionales, conformado por el médico Olman Coronado García, el empresario Pablo González Lucas y el escultor Miguel Imbach Bartol, presentaron Fluxus Mask, un respirador artificial creado a partir de equipos probados de buceo y suministros médicos de disponibilidad inmediata en Costa Rica.

El artefacto se puede ensamblar con recursos locales en un corto plazo, por lo que pretende atender a las personas afectadas por la COVID-19 y proteger a los funcionarios de salud. El escultor Miguel Imbach conversó con Delfino.cr y relató los inicios del proyecto:

Nosotros iniciamos el proyecto con la ilusión de ayudar y luego nos apoyamos de la UCR, una institución que nos ha dado el apoyo vital para consolidar el respirador".

A partir del primer caso de COVID-19 en Costa Rica (marzo), el empresario González Lucas buscó al escultor Imbach Bartol para desarrollar un respirador con la capacidad de fabricarse en Costa Rica. A este grupo se añadió el terapeuta respiratorio del Hospital Nacional de las Mujeres, Olman Coronado García, para brindar todas las especificaciones médicas requeridas durante la fabricación.

Cuando el proyecto tenía cierto avance, el grupo interdisciplinario de profesionales tocó la puerta de Dr. Jean Carlo Segura Aparicio, docente de la facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica. Esta reunión fue el punto de partida para inscribir el proyecto como parte de la universidad y añadir alianzas privadas que permitieran producir la Fluxus Mask. Imbach indicó:

Estamos en un contexto complicado porque el abastecimiento de equipo está saturado. Necesitamos tener un producto 100% en nuestro país por si la situación se complica aún más".

Este respirador brindará soporte ventilatorio en modalidad no invasiva para pacientes con dificultad respiratoria y que necesitan mantener una presión en las vías aéreas que eviten el colapso pulmonar. Entre sus principales ventajas destaca:

  • La sencillez del producto.​ ​El equipo es 100% mecánico, sencillo, robusto y confiable.
  • Puede ser 100% fabricable en Costa Rica. El diseño contempla los procesos de producción con manufactura y materiales disponibles dentro del país.
  • El equipo no requiere de piezas adicionales más allá de la infraestructura básica del hospital (fuente de aire y/o oxígeno).
  • Esta propuesta puede adaptarse muy fácilmente en una versión sencilla con una mascarilla "full face" (cara completa) para que también lo pueda utilizar el personal médico.

En busca de la seguridad del paciente, Fluxus Mask se ha sometido a distintos parámetros mediante equipos de alta tecnología. En la Sección de Integración Médica (UCR) se han realizado ensayos en simuladores humanos. Además, en conjunto con ANCA Médica, se efectuaron pruebas sobre los parámetros de seguridad ventilatoria y calibración del equipo, los cuales mostraron un alto nivel de precisión del equipo.

Los desarrolladores aseguran que este respirador tiene la capacidad de amoldarse dependiendo de la respiración de cada paciente, sin embargo, aclararon que no se puede utilizar en pacientes críticos. El doctor Jean Carlo Segura aseguró:

La OMS categoriza a los pacientes en cuatro categorías: leves, moderados, graves y críticos. Este artefacto se puede utilizar en las primeras tres categorías, ya que para pacientes críticos es requerido intubación como la realizada en el CENARE".

Según Imbach, el costo total de este respirador es muy accesible, ya que solo implicaría una inversión de alrededor de 2.000 dólares. El ingeniero indicó que en el extranjero, un respirador "de este estilo" puede costar entre 8.000 y 10.000 dólares.

La UCR aclaró que este respirador está diseñado sin fines de lucro y el diseño será abierto para todo el público.

Actualmente los tres respiradores terminados tienen ciertas piezas traídas del extranjero, sin embargo, la intención es dar un paso al frente y, mediante impresión 3D o algún método alternativo, construir todas las piezas en territorio nacional.

La idea es hacer una transición para que todos los productos sean hechos en Costa Rica".

Todas las piezas están ajustadas a los hospitales costarricenses. Es decir, no hay que invertir más allá del respirador porque los filtros y piezas, que se deben cambiar después del uso de cada paciente COVID-19, ya forman parte de los utensilios en los centros de salud nacionales.

Según el doctor Segura, el respirador tiene potencial para combatir otras enfermedades respiratorias. La intención es desarrollar una herramienta funcional durante varios años para los hospitales de la Caja Costarricense del Seguro Social.

Esto es importante porque no será una inversión desechada. Cuando terminé toda esta pandemia, este producto servirá por muchos años más".

La idea es empezar a producir en cantidad cuando la Fluxus Mask tenga la aprobación del Ministerio de Salud o alguna orden de compra del exterior. Esta semana los desarrolladores llevarán el respirador al Laboratorio Costarricense de Metrología para obtener las últimas certificaciones solicitadas por el Ministerio de Salud.