El 79% de las personas que han pedido el bono, tienen un ingreso menor a 50 mil colones".

La frase es de la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Geannina Dinarte Romero, quien estuvo en el Café Para Tres del pasado 28 de mayo.

A lo largo de esta historia que hoy abordaremos, seguiremos citando a la ministra. Esta es la historia de doña Eugenia. Pero también la de muchas personas más, que desesperadamente esperan por el bono. Por cierto, el 79% de 890.000 solicitudes que ya se sumaban el jueves pasado supera las 700.000 personas.

700.000 personas que, con menos de 50.000 de ingreso mensual, solicitaron al Estado su ayuda para enfrentar la crisis. Una ayuda que, por lo pronto, garantiza un apoyo de ₡125.000 colones por mes, durante tres meses...

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Doña Eugenia es vecina de Tirrases de Curridabat. Su único hijo ya se fue de casa porque "ya está grande" y su mayor entretenimiento es ir los sábados a dar catequesis en la parroquia del Inmaculado Corazón. En el teléfono, la voz de la protagonista suena tímida y con algunas dudas, confiesa que nunca la han entrevistado y hablar con la prensa le causa miedo porque entiende poco de la "tal crisis del COVID-19".

Ella sabe que la gente tiene poco dinero y por eso la contratan menos. Doña Eugenia se gana la vida cosiendo, lo hace para Carlitos que necesita los ruedos bien hechos para ir a la escuela o lo hace para Catalina, la "señora platuda" del barrio a la que le encantan las cortinas bien detalladas. Ni el papá de Carlitos, ni Catalina le han traído telas para desempolvar la máquina.

Los encargos no llegan y el miedo crece. El ministro Salas, al que admira muchísimo, le habla de un tal Bono Proteger en la televisión.

El Bono Proteger está hecho para los trabajadores que han sido despedidos, suspendidos o con contrato reducido. También aplica para los trabajadores formales o independientes que vieron reducidos sus ingresos en los últimos meses" indicó la Ministra de Trabajo y Seguridad Social.

Doña Eugenia le pide ayuda a "Gato", el vecino de 17 años que vive al lado, para enviar el formulario. Ella se encargó de escribir la declaración jurada en un cuaderno de resortes, mientras el joven vecino va escribiendo en una computadora vieja que le dejó su hijo. Con ciertas dudas, ambos se disponen a enviar la solicitud el 9 de abril del 2020.

Nosotros, al día de hoy, recibimos 12 solicitudes del Bono Proteger por minuto. Son de 17 000 a 18 000 diarias. Hablamos de 890 mil solicitudes en total hasta este momento" mencionó Dinarte Romero.

El 16 de abril, Doña Eugenia recibió un correo del Ministerio de Trabajo. Ella lo abrió con la esperanza de recibir la aprobación, sin embargo, reconoció que sería "demasiado bueno para ser cierto". El correo indicaba que su Bono Proteger estaba en análisis y en los próximos días obtendría el veredicto final.

Los encargos son escasos y los días se tornan cada vez más largos.

Al día de hoy, no hay una sola comunicación de rechazo, pero sí hemos encontrado impedimentos. Es decir, alguna alerta que el sistema nos ha generado. Recuerden que no pueden aplicar funcionarios públicos, personas pensionadas, quienes tenga una transferencia del estado mayor a 50 mil colones, menores de 15 años, personas privadas de libertad y quienes no tengan afectación laboral", dijo Dinarte.

Se terminó abril y doña Eugenia aún no recibía respuesta, por lo que le toca diversificar el trabajo y empezar a planchar en casas, pese al riesgo de contagiarse por la "enfermedad esa".  La protagonista de esta historia dejó de comprar el cereal que tanto le gusta y tuvo que limitar sus desayunos a un "huevito con pan".

El sistema tiene la capacidad de priorizar en los usuarios con una afectación mayor en sus ingresos y las responsabilidades que estos trabajadores tienen, como una familia que alimentar. Si las personas realmente lo necesitan, el Bono Proteger les va a llegar. Lo que necesitamos esperar son los fondos nuevos, que podrían aprobarse en la Asamblea Legislativa durante las próximas semanas".

Doña Eugenia, quien vive sola y es independiente desde hace 5 años, empieza a perder la esperanza. Con cierta pena, vuelve a llamar a "Gato" para que le ayude a enviar otra consulta en alguno de los correos que aparecen en la página web del Ministerio de Trabajo. Pese a mandarlo desde el primer formulario, la vecina de Tirrases considera apropiado enviar más fotos de la máquina de coser y el planchador para que comprueben la autenticidad de su versión.

Responder todos los casos por correo se nos hace imposible, por lo que hay que esperar a la respuesta que dé el sistema y cada usuario debe corroborar bien los datos en el expediente web. A 2600 personas no les podemos pagar aún porque dieron la cuenta del banco mal. Hay muchas personas que pierden el Bono porque pusieron los datos mal y no han actualizado la información en la página del Ministerio de Trabajo".

"Tal vez fue que puse mal el número de Marta (la coordinadora de las catequistas y la encargada de corroborar sus estatus)" piensa doña Eugenia mientras le da de comer los sobrantes de la cena a Puky (su perrita de 10 años). El paso del tiempo le preocupa porque desde hace un mes entregaron los primeros bonos y, según los hombres de la televisión, esta ayuda es para suavizar la crisis durante ¡solo tres meses!

Los tres meses empiezan a contar desde que reciben el primer bono. Cada persona aprobada, tiene asegurado sus recursos para tres meses, sin importar que se apruebe en mayo, junio o agosto".

Doña Eugenia encuentra pocas respuestas e intenta enviar el formulario otra vez, pero la plataforma le da un error. Un tanto rendida, la señora de 62 años opta por la última opción: enviar su testimonio a diversos medios de comunicación. "No me importa humillarme para una ayuda porque realmente la necesito. Les agradezco por escucharnos, papito Dios me los bendiga" se lee en los últimos renglones del correo que recibí esta mañana.

Su historia es una más, de tantas que seguimos recibiendo. Es la historia de la desesperación, de la angustia, de la crisis que golpea mucho más allá del aislamiento, que afecta mucho más allá de “no salir a pasear”. Que implica pasar del cereal al huevo y del huevo a la duda. Que habla de la incertidumbre, de la espera y de la impotencia. Que retrata la angustia de un país entero que, en medio de la crisis, sigue añorando algo que cada vez más se parece a un milagro.

Si usted tiene conocimiento de alguien que recibió el bono Proteger y no califica para haberlo hecho, puede denunciarlo al correo [email protected] y solicitar, si así lo quiere, que la misma se tramite de forma anónima.