La joven de 26 años que se diagnosticó con COVID-19 luego de una autopsia había llegado a la Clínica de Guatuso en estado agonizante y con problemas respiratorios, según reveló este martes el doctor Franz Vega Zúñiga, jefe del Departamento de Medicina Legal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en declaraciones a los medios de comunicación.

De acuerdo con Vega, se realizó una autopsia porque la muerte de la joven ocurrió de manera repentina, en una persona previamente sana, sin antecedentes, ni atención médica previa.

El Ministerio de Salud informó anoche que la joven había sido llevada por sus familiares a la Clínica de Guatuso debido a que presentaba un sangrado vaginal. El funcionario explicó que le encontraron una infección importante en esa zona, además de un edema pulmonar (líquido en los pulmones) de origen reciente y trombos (coágulos) en su cuello y pulmón  que los llevaron a pensar que podría ser una persona con COVID-19.

Se da un informe de que una mujer llega en estado crítico, refiere una gran dificultad respiratoria e ingresa en paro cardiorespiratorio. Se le dan las maniobras de resucitación respectivas, sin ningún resultado. Ella llega agónica a la Clínica.

Vega explicó que están a la espera de los exámenes microscópicos de tejido que fueron realizados al cuerpo para determinar si se trata de una muerte por COVID-19, o un deceso de una persona con COVID-19. El Ministerio de Salud reconoció este martes que por el momento no pueden señalar con precisión que sea una muerte causada por el coronavirus, pero que lo incluyeron en las estadísticas de manera "proactiva".

La joven fallecida solo registraba su condición de asmática como un factor de riego por COVID-19.

La Morgue de San Carlos se encuentra cerrada debido a que su personal fue puesto bajo aislamiento tras realizar la autopsia.