Durante las protestas por el homicidio de George Floyd en Estados Unidos, la policía ha recurrido al uso de gases lacrimógenos y gas pimienta para confrontara los manifestantes. Según reportó NPR, esto es "una receta para el desastre" al estar en tiempos de la pandemia global de COVID-19.
Según reporta el medio esto se debe a los químicos irritantes que contienen el gas pimienta y los gases lacrimógenos. Los químicos pueden dañar el cuerpo de manera en que se genere una mayor exposición al contagio del virus y que este a la vez tenga efectos más severos en quienes estuvieron expuestos a los gases.
Según el periodista Will Stone, el despliegue de estos químicos corrosivos que se inhalan, "pueden dañar a las personas en varias maneras: exponer a más personas al virus, comprometer la habilidad del cuerpo a combatir la infección y hasta causar infecciones leves que se pueden convertir en enfermedades más severas".
En su artículo "Tear Gassing Protesters During an Infectious Outbreak Called 'A Recipe For Disaster", Stone entrevista a varios especialistas en salud que comentan acerca del peligro que esto representa para la propagación del coronavirus.
El profesor Sven Eric Jordt, quien es investigador en la Escuela de Medicina de Duke University, llama a los químicos "gases dolorosos". Según Stone, Jordt dice eso por tratarse de químicos que activan el dolor en los nervios en la piel y las membranas mucosas en los ojos, boca y nariz.
Luego, Stone menciona un estudio del 2014 realizado en el Ejército de Estados Unidos, en el cual se encontró que "quienes fueron expuestos a los gases lacrimógenos como parte de un entrenamiento tenían más probabilidad de padecer enfermedades respiratorias como el resfriado común y la influenza".
Sin embargo, Stone contrasta esta noción de los daños de los gases lacrimógenos y gas pimienta con la opinión de la doctora Rohini Haar, una médica en el área de emergencias en Oakland, California. Ella menciona la importancia de las protestas por la justicia ante el riesgo por el coronavirus.
En el artículo Stone la cita diciendo, “es una situación muy difícil. Creo que la ironía está en que las personas están en todo su derecho y de manera justificada protestando la violencia policial y se están enfrentando con violencia que está a la vez empeorando las condiciones de la pandemia en las que estamos viviendo ahora".