Por Kevin Zamora Ramírez – Estudiante de la carrera de Administración de Negocios

En la actualidad, el emprendimiento joven es toda una realidad, cientos de miles de personas quieren emprender y con esto lograr tener su propio negocio. Esta tendencia se ha ido incrementando a lo largo de los años, ya que las personas jóvenes tienen más ganas de ser exitosos por sus propios medios, no quieren estar en una empresa toda su vida, quieren tener independencia económica, flexibilidad de horarios y trabajar en lo que realmente les gusta. Todos estos motivos son los justificantes de querer emprender, pero ¿realmente emprender es tan fácil como suena?

Hoy en día los emprendimientos que no superan los primeros años son muchos, según explica la revista SUMMA (2018). Costa Rica es el país con mayor número de emprendimientos a nivel latinoamericano y a nivel mundial está en el puesto 56. Por otra parte, a pesar de ser un país con un alto índice de emprendimientos, las tasas de fracasos en los primeros 3 a 5 años ronda el 80%. Esto deja claro que, a pesar de tener un alto interés por emprender, las personas no lo están haciendo de la manera correcta, esto es el causante de índices altos de fracasos. Hay que tener claro cuáles son las habilidades y aptitudes que las personas deben tener para emprender con éxito. Tener un objetivo claro y una visión del futuro es fundamental; tener autoconfianza es imprescindible, al igual que aceptar el fracaso como una forma para aprender de los errores y mejorar. Lograr manejar las emociones es necesario, así como tener liderazgo y habilidades para poder comunicarse fácilmente. Todo esto es básico para emprender de buena forma.

Lo que se observa en el mercado es que la mayoría de las personas no poseen estas habilidades que son fundamentales. El problema que se detecta es la falta de aprendizaje de ellas: los emprendedores jóvenes tienen las ganas de emprender, pero no tienen la educación necesaria para hacerlo como se debe, por lo que la culpa no es de ellos. La culpa la tienen las instituciones educativas, en este caso las universidades, pues no están fomentando el emprendimiento. Deberían tener en sus planes de estudios cursos específicos de emprendimiento donde se desarrollen las habilidades requeridas, por ejemplo, liderazgo, pasión, iniciativa, ambición, optimismo y muchas otras más. Además, enseñar a los estudiantes a hacer estudios de mercado previos para saber cómo se podría mover su idea en el mercado es fundamental para aprender a distinguirse y con esto lograr demostrar la ventaja sobre los demás competidores. Por último, las personas en estos cursos deberían poder aprender a desarrollar una mentalidad creativa a través de contenidos que expliquen métodos de creatividad.

Por tanto, se concluye que, si las personas tuvieran estos tipos de cursos en las universidades, entonces saldrían al mercado laboral con un mayor entusiasmo para emprender, y las tasas de fracaso en emprendimientos disminuirían considerablemente debido a que se tendría el conocimiento para poder emprender de una manera adecuada. Esto beneficiaría al país en gran medida, ya que provocaría una reactivación de la economía debido a que se generarían una mayor cantidad de empleos con los nuevos negocios de emprendimientos exitosos

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas: