Kayla Hall Watson es el nuevo fichaje de Adelphi University de New York. La basquetbolista costarricense de 20 años y 1.89 metros mantiene su paso firme por el baloncesto universitario de Estados Unidos. Tras su estancia por North Carolina Central University y Salem University de Virginia, la jugadora decidió cambiar de aires para obtener mayor regularidad en la cancha.

Desde Springfield Gardens en New York, la jugadora conversó con LaJornada.cr sobre esta nueva experiencia.

Es un paso que me ilusiona mucho. En North Carolina me pasó que, el profesor que confió en mi para llevarme allá, lo despidieron en la primera temporada que estuve y cuando me pasé a Salem University, los primeros dos años fueron muy buenos, pero este tercer año dejé de jugar por el estilo de juego que marcó el entrenador".

Los cambios no han interrumpido su carrera y Hall seguirá estudiando Ciencia del Ejercicio en New York, la ciudad que la vio nacer y crecer.

Kayla es la hija menor de Omar Hall y Joan Waston, dos costarricenses que se fueron a Estados Unidos por mejores oportunidades en plena juventud. Omar creció en San José y Joan en el centro de Limón. Aunque suene irónico, ambos se fueron a la "Gran Manzana" sin conocerse y, entre 8.4 millones de personas, la sangre costarricense los volvió a llamar.

Se enamoraron, el tiempo pasó y el amor dio fruto en dos niñas llamadas: Kayla y Angie. Con mucha tenacidad, los padres sacaron adelante a su hijas con muchísimo trabajo porque ser "latino y afrodescendientes" no es nada fácil en Estados Unidos. Actualmente Omar es guarda de seguridad y Joan se dedica a realizar los censos demográficos anuales del gobierno.

Con un español muy fluido, doña Joan Waston me comenta:

Me gusta el cambio porque la nueva universidad me queda a solo media hora de casa. Ahora sí la puedo ir a ver a los partidos y pegar unos buenos gritos para apoyarla. Eso me hace muy feliz".

La pareja es consciente que la sangre nunca deja de llamar y lo reafirmaron cuando Kayla (baloncesto) y Angie (atletismo) empezaron a buscar los deportes, ya que Joan practicaba atletismo en su natal Limón y Omar se describe como "un loco por las bicicletas".

Durante la entrevista, Kayla me confiesa que aún debe trabajar en su español, pese a visitar Costa Rica con frecuencia. No oculta que ama todo lo relacionado al caribe costarricense...la gente, las risas, Puerto Viejo y sobre todo, la comida.

Amo el gallo pinto y el café. Es algo que le paso contando a mis compañeras, lo buena que es la comida de mis raíces. (Se ríe) Es que la verdad no lo oculto, comer es mi pasión."

La estatura y el físico de Kayla eran notables desde el colegio. A partir de esas características, decidió probar suerte en el baloncesto y terminó "enamoradísima", al punto de visualizar un vida en torno a la WNBA o alguna liga europea.

Me gustaría llegar a la WNBA, pero debo aceptar que tampoco es tan buena como la gente cree, aún se pagan muy malos salarios y tiene mucho por crecer. En Europa, el crecimiento del baloncesto femenino va muy bien y hay mayores posibilidades de consolidarse."

Hall salió del colegio Nazaret Regional y su primera aventura universitaria fue en North Carolina Central University. En este centro educativo vivió una temporada para el olvido debido a problemas con el entrenador, por lo que decidió dar un paso al lado y seguir su carrera en Salem University de Virginia.

Salem fue una bonita experiencia, pero también sucedía que el pueblo donde estaba era sumamente racista. Los policías me paraban y me hacían multas porque, según ellos, andaba a velocidades inadecuadas".

Lo que más aprecia de la experiencia en Virginia fue la amistad con Daniela Quesada, otra de las costarricenses que juega en el baloncesto universitario de Estados Unidos. Quesada la influenció para que se acercara más a la Federación Costarricense de Baloncesto y le sembró la semilla para que surgiera un nuevo reto en su vida.

Aún no tengo la oportunidad de hacerlo, pero amaría jugar con la selección de Costa Rica. Es algo que me ilusiona mucho por mis raíces y mis padres, que sé que también amarían verme ahí".

Dicha ilusión de jugar con la selección y la posibilidad de estar más cerca de su familia durante la crisis que azota al país (racismo y la COVID-19), son los dos factores que no la dejaron titubear al estampar su firma con Adelphi University de New York. Una oportunidad de oro para seguir mostrando su potencial como pivote.

Doña Joan Watson aprovecha para agregar:

Estos meses han sido muy complicado en New York, demasiadas muertes y violencia. Hace tan solo unos días, se vivió una manifestación a unos cuantos metros de mi casa y yo tenía mucho miedo. Es muy satisfactorio tener a Angie y Kayla aquí conmigo".

Kayla Hall forma parte del proyecto, a largo plazo, que tiene la Federación Costarricense de Baloncesto. Según el presidente Frankin Martínez, las 10 legionarias que hay actualmente el el baloncesto universitario y colegial de América de Norte son una bocanada de esperanza.

  • Kayla Hall Watson - Adelphi University - Estados Unidos
  • Kattyle Pinnock - West Virginia University - Estados Unidos
  • Daniela Quesada - Salem University - Estados Unidos
  • Francesca Torres - Tri City Christian High School - Estados Unidos
  • Marypaz Martínez - Central Point High School - Estados Unidos
  • Mariam Córdoba - Candelet High School - Estados Unidos
  • Monserrat Martínez - Tecnológico de Monterrey - México
  • Amanda Fernández - Tecnológico de Aguascalientes - México
  • Daniela Mora - Tecnológico de Toluca - México
  • María José Mora - Tecnológico de Toluca - México

Kayla agrega versatilidad y experiencia a nuestro estilo acelerado. Es una amenaza de anotación y se adapta a nuestro estilo de juego como corredora de bordes en nuestra ofensiva de transición. Defensivamente, la longitud de Kayla le permite proteger múltiples posiciones. Su capacidad de proteger la llanta complementa nuestro sistema de alta presión " indicó su nueva entrenadora en New York.