Miravalle deja atrás su historia de guerra y abre puertas por medio del rafting y del apoyo de costarricenses.


Hace año y medio empezó toda una aventura para un grupo de costarricenses que, a apunta de rafting, llevan luz a la zona de Miravalle, en el Valle del Caquetá colombiano.

Esta zona, que hasta hace unos años fue campo de batalla entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y las autoridades del Gobierno, hoy se agarra de la práctica de este deporte acuático para reinsertar en sociedad a los exmiembros de la guerrilla, tras la finalización de 5 décadas de conflicto.

Andrés Fernández es unos de los miembros del equipo de costarricenses que ha estado trabajando en la región para dotar de deporte y alternativas a esta, hasta hace tan poco, conflictiva zona.

Recordemos que desde el año 2016, los integrantes de las FARC entregaron sus armas en todo el territorio, incluyendo esta zona montañosa, un hecho que puso fin a la guerra más larga del continente. Allí ahora solo quedan las Naciones Unidas cumpliendo con la misión de verificar la paz y justo ese es el proyecto del que Fernández forma parte.

Según nos comentó Andrés, la labor del proyecto llamado Remando por la Paz, se enfoca en que los ex miembros de las FARC tengan ahora una forma de reintegrarse a la sociedad civil:

La Misión de Verificación de Naciones Unidas esta apoyando con la coordinación de varios proyectos de reinserción de ex militantes de las FARC en la sociedad civil. Con este objetivo, se planteó un proyecto de ecoturismo y rafting en el río Pato, en la zona del Caquetá, una de las más afectadas por el conflicto durante décadas. Un grupo de amigos nos entusiasmamos y apoyamos a dos guías ticos con mucha experiencia a viajar y vivir en Colombia. Max y Roy (los guías) se trasladaron a la zona y durante dos meses, entrenaron y certificaron una mujer y ocho hombres (tanto ex militantes como líderes comunitarios) como guías de rafting. En Setiembre 2017, durante la ceremonia de certificación de los nuevos guías, el presidente honorario de la Federación Internacional de Rafting (Rafael Gallo) les extendió a los muchachos la invitación para participar en el campeonato mundial de Rafting, a celebrarse en Australia en Mayo 2019, bajo la Bandera de la Paz".

El trabajo actualmente se está haciendo a partir de la empresa costarricense Ríos Tropicales y de la Federación Internacional de Rafting, que enfocan su trabajo en enseñar a los ex integrantes de estas guerrillas a disfrutar del deporte acuático y en generar mecanismos de desarrollo económico para la zona.

En 2019, una nota publicada por el diario colombiano El Espectador señaló que los trabajos para convertir al rafting en un motor en la región, empezaron a gestarse aprovechando el conocimiento que tenían como exguerrilleros sobre las aguas de los ríos de la zona y su auge fue tal que el año anterior estas aguas fueron el escenario del Campeonato colombiano de rafting

A raíz de la cobertura mediática y el éxito de la representación en el campeonato mundial, el Presidente de Colombia impulsó al equipo a realizar un campeonato nacional en el Río Pato y aprovecharlo para contar esta historia de éxito en el proceso de paz. Con dos meses de planificación, se logró coordinar un campeonato ejemplar, con participación de 22 equipos de Colombia, dos equipos costarricenses, dos equipos femeninos completos y un equipo confirmado por una mezcla de ex militantes, ejército nacional y policía".

El proyecto ha conseguido recaudar fondos para enviar a 8 de sus miembros a participar en el Mundial de Rafting realizado Australia el año pasado, en donde la representación obtuvo el puesto número 16 de la competencia.

Fernández comenta que cada uno de los ex integrantes tiene su historia, sus cicatrices físicas y psicológicas, al tiempo que se pregunta “¿quién no las tendría después de pasar por lo que ellos han pasado?”. Sin embargo, asegura, su impulso para salir adelante es mayor que su pasado:

Los miembros de la comunidad han desarrollado proyectos productivos como agricultura, piscicultura, senderismo y avistamiento de aves, hospedaje y alimentación para visitantes. Están totalmente comprometidos con el proceso de paz y son un ejemplo para otras comunidades afectadas por el conflicto".

Fernández actualmente se encuentra en Costa Rica y desde acá recuerda el complicado camino que hay que cruzar para llegar hasta la zona: señala que se requieren más de tres horas de viaje en helicóptero o más de 8 horas por otras vías. Sin embargo, también nos describe el camino al que sueña volver, al que describe muy similar al de Turrialba, y recuerda aquella como “una experiencia inolvidable”, del que no olvida "a aquellos muchachos que se interesaron por el deporte y cambiaron las armas por remos".