El régimen de Daniel Ortega Saavedra y Rosario Murillo Zambrana tachó de "arrastrados", "injerencistas" y "racistas" a los 52 diputados costarricenses que el día de ayer solicitaron la intervención de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) por las irregulares que se están denunciando respecto al manejo de la COVID-19 en el vecino país del norte.

La misiva publicada en Twitter esta mañana por el medio nicaragüense Nicaragua Actual, y firmado por los diputados oficialistas de la Asamblea Nacional nicaragüense, afines al régimen señala que:

Hemos conocido a través de medios de comunicación, la carta que 52 diputados costarricenses han enviado a Organismos Internacionales introduciendo demandas políticas que evidentemente reflejan posiciones xenófobas y racistas que no es la primera vez que manifiestan contra Nicaragua, con evidente sentido de discriminación e inaceptables calificativos sobre nuestras instituciones, nuestro país y nuestro pueblo en general. Son criterios chauvinistas, nada fraternales, y sobre todo, de arrogancia y superioridad, impropias entre los pueblos centroamericanos".

La declaración agrega que "Nicaragua tiene sus propias consideraciones sobre los problemas internos de Costa Rica" y pide a los diputados costarricenses "tomar en consideración sus propias miserias nacionales (...) en vez de seguir atacando a Nicaragua":

Que los señores diputados racistas y fascistas que representan un aberrante y lastimoso sometimiento, con apetitos intervencionistas, lean, conozcan y aprendan de la historia y de la memoria colectiva de pueblos valientes que no se venden ni se rinden jamás. Rechazamos y condenamos contundentemente esta nueva agresión xenófoba y de demencia anexionista, de diputados costarricenses de extrema derecha, serviles lacayos de políticas imperiales".

En la carta que motiva la discordia, más de 50 diputados de todas las fracciones legislativas, solicitaron a la OPS que realice una "evaluación extrema" que determine cuál es la realidad que está afrontando Nicaragua, respecto a la COVID-19.

El documento señala la preocupación de los legisladores ticos por las denuncias de diferentes sectores nicaragüenses, incluyendo diputados de oposición y profesionales de la salud de Nicaragua, en las que exponen las dramáticas condiciones que están afrontando al otro lado para contener la enfermedad.

Las denuncias señalan subregistro de contagios y muertes, el ocultamiento de información relevante y la ausencia de medidas de contención, al tiempo que fuentes médicas nicaragüenses afirman que el país centroamericano ya se encuentra en la etapa de contagio comunitario y que más de 60 médicos han sido contagiados por coronavirus.

Por otro lado, datos extraoficiales brindados por la Asociación Médica Nicaragüense (AMN), denuncian que han recibido “amenazas” para no hacer público esta información; al tiempo que una docena de trabajadores del sector salud nicaragüenses denunció a Reuters que el número de casos “inusualmente altos” de neumonía atípica diagnosticados en Nicaragua “están relacionados con COVID-19” y que desde hace semanas, los hospitales del vecino país están despachando a los muertos por las noches o madrugadas y los médicos instruyen a las familias de la persona fallecida de hacer un “entierro express”: en menos de tres horas y sin aglomeraciones.

Tras la respuesta del oficialismo nicaragüense, la diputada costarricense Paola Vega Rodriguez, quien fue una de las firmantes de la carta enviada a la OPS, respondió señalando que:

Ni servilismo, ni xenofobia, ni injerencia. Es solidaridad, humanidad y deseo de democracia. Ticos y nicas somos hermanos y por eso el mal manejo sanitario que está haciendo el régimen Ortega-Murillo merece toda nuestra atención".

Días atrás ya cinco exministros de salud de Nicaragua denunciaron al presidente Ortega ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ante la OPS por el mal manejo de la pandemia. La misiva firmada por los ex ministros y ministras de Salud nicaragüenses Margarita GurdiánDora María TellezLombardo MartínezMartha MacCoy y Lea Guido afirma que:

En Nicaragua, no se realizaron acciones de prevención y contención. En la fase actual de la pandemia tampoco se han realizado las debidas acciones de mitigación. Esta situación es todavía más grave considerando la limitada capacidad del sistema público de salud. El gobierno no solamente no ha impulsado debidamente las medidas básicas de distanciamiento físico e higiene: ha promovido, en los últimos dos meses, actividades que implican aglomeración de personas, facilitando así las condiciones para un contagio masivo que puede redundar en elevadas pérdidas humanas”.