El director de Neumología en el "Hospital Universitario Príncipe de Asturias" de Madrid, España, José Miguel Rodríguez, conversó con Delfino.cr para hablar sobre las implicaciones del tabaco y el contexto que afrontan los fumadores frente a la pandemia ocasionada por la enfermedad COVID-19.

Los fumadores y la COVID-19

Rodríguez es transparente y al ser consultado sobre la situación que afrontan las personas fumadoras de cigarrillos, repite constantemente: "Hay que ser muy prudentes porque es una enfermedad que no conocemos".

En el contexto de los fumadores esta afirmación se repite, pues la mayoría de preguntas aún no tienen respuesta:

Al hablar de COVID-19, no hay ningún dato que avale que los fumadores tienen más riesgo de contagio."

En este punto, a usted como lector le saltará la pregunta: ¿entonces no hay ningún problema con seguir fumando? En realidad sí porque, según el especialista, las complicaciones se dan posterior al contagio del COVID-19.

La experiencia del médico con pacientes fumadores en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias le da un panorama crudo y experimental:

No hay más riesgo de infección, pero sí más riesgo de tener un pronóstico peor al enfermarse y entrar en una Unidad de Cuidados Intensivos".

Los componentes derivados de la combustión del tabaco son los principales responsables de este riesgo.

Según Rodríguez, desarrollar un cáncer o cualquier problema pulmonar no es un escenario aliciente para afrontar ninguna enfermedad:

El tabaco no es bueno para la COVID-19, pero la nicotina podría tener un papel protector. Es algo que aún no está confirmado, sin embargo, lo estamos estudiando en Francia y España para dar una respuesta concreta."

En abril, un estudio del hospital Pitié Salpétrière de París indicaba que la nicotina podría adherirse a los receptores celulares, bloqueando así que el COVID-19 entre en las células y se propague por el cuerpo.

Los investigadores están indagando si la nicotina es capaz de prevenir las "tormentas de citoquinas", una rápida reacción del sistema inmunológico que podría desempeñar un papel clave en los casos mortales del virus.

En España hemos encontrado cifras más bajas que Costa Rica (50% de los internados son fumadores - Reporte Ministerio de Salud - 16 de mayo) en la cantidad de fumadores internados en las Unidades de Cuidados Intensivos. Nuestro número anda entre 15% y 20%. Podría deberse a la cantidad fumadores, pero esos datos no los manejo"

José Miguel cerró esta serie de preguntas aclarando que la toxicidad del tabaco no viene determinada por la nicotina: "Es un error común que comete la gente" concluyó el especialista.

Opciones para fumadores

La pandemia ocasionada por la COVID-19 no pareciera tener un final cercano y los fumadores podrían enfrentarse a un escenario adverso por varios meses.

Sumidos en esta dinámica, surgen dudas sobre la viabilidad de utilizar alternativas al consumo de la nicotina. 

La recomendación es no fumar y buscar especialistas para sobrellevar este proceso. Pero si usted no puede dejarlo del todo, sería preferible reducir el daño a través de alternativas como cigarrillos electrónicos o parches de nicotina."

El protagonista de la entrevista hizo énfasis en que aún es prematuro para hablar de una relación negativa entre la COVID-19 y el uso de cigarrillos electrónicos, parches de nicotina o vapeadores, ya que no cuentan con datos y todos los estudios realizados hasta el momento, se desarrollan a partir del consumo del cigarro tradicional.

España ve una luz al final del túnel

Sobre la situación que afronta su país, el especialista se mostró complacido porque en España la cantidad de contagiados, hospitalizados y fallecidos ha disminuido considerablemente.

Mientras el 2 de abril del 2020, la nación española reportaba 951 fallecidos, este 24 de mayo se registraron 70 decesos a lo largo y ancho del territorio:

Creo que no puede haber nada peor a lo vivido hace unos meses. Yo trabajo en un hospital con 600 camas y todas se llenaron con pacientes que presentaban neumonía por COVID-19. (...) Ahora estamos con muy poquitos casos y con pocas hospitalizaciones en Unidades de Cuidados Intensivos."

Rodríguez atribuye esta reducción al estricto confinamiento que se aplicó en el país; sin embargo, también es muy crítico con la lentitud y falta de acción de las autoridades.

Según el médico, muchas muertes se podrían prevenir con una atención oportuna:

La voz de aviso del Gobierno se dio tarde, mientras la voz de aviso de los profesionales se dio a tiempo. Nosotros avisamos lo que pasaba y el Gobierno tardó 12 días en tomar acción. (...) No hay sistema sanitario que aguante la avalancha de tantos enfermos y tan malos en tan poco tiempo."

Pese al optimismo momentáneo, las autoridades de salud en España se abstienen a bajar la guardia porque son conscientes que los meses posteriores al verano podrían ser muy peligrosos.

Nos preocupa octubre y noviembre por el invierno. La gripe estacionaria más el COVID-19 podrían complicarlo todo otra vez".