Chicago, Illinois. El año antepasado viví una de las mejores aventuras de mi juventud. Con solo 200 dólares en la bolsa y sin conocer al protagonista, me fui para Chicago con la ilusión de contar una historia. Tampoco me regañen, yo solo quería saber: ¿Quién diablos era Carlos Calvo y por qué entrenaba con peleadores de la UFC en Estados Unidos?
Con mucho orgullo, Carlos afirma que su historia empezó en Santo Domingo de Heredia. Precisamente ahí, dio sus primeros pasos en el Taekwondo y tomó a su hermano mayor (también peleador profesional de MMA) como inspiración para pasarse a una academia de Artes Marciales Mixtas a los 14 años.
En su familia, la idea nunca agradó por la violencia y los métodos tan anticuados que utilizaban entonces. Carlos hace una pausa para recordar que terminaba noqueado ¡todas las semanas! por la edad y fuerza de sus compañeros.
Su salto y el de su hermano José Luis a Estados Unidos no fue obra de la casualidad. En el caso de Carlos, su inigualable récord invicto en amateur y profesional, en aquel momento, llamaron la atención de una reportera cubana. Una “querida amiga” que los recomendó con el entrenador y leyenda mexicana: Mike Valle.
Valle es el responsable de llevar nombres como “Pantera” Rodríguez o Marco Beltrán a la UFC y en este caso, la principal motivación para que los dos hermanos viajaran 5600 km lejos de casa (2016). Ambos peleadores viajaron con la convicción de pasar la prueba inicial de dos meses y aprender de un mercado abismalmente mejor al tico.
Desde entonces, los hermanos Calvo viven en una casa llena de promesas latinas (es una locura). Se tratan con el cariño de ciertas familias hasta que….¿Qué?... A alguno le toca hacer dieta para una pelea y se alborotan las "chichas" de atletas acostumbrados a comer ¡en cantidades!
Un convivio diario marcado por las dos o hasta tres sesiones de entrenamiento diarias ¡De la casa al gimnasio, del gimnasio a la casa! Su día puede consistir en 2 horas físicas en la mañana, una hora para dar clases a estadounidenses principiantes y 3 horas intensas de boxeo durante la noche.
En mi último día en la casa, me entró el análisis más social: Pienso en Carlos como un personaje más que complejo. Él no le cae bien a todos...pero tampoco le importa. La seguridad de Calvo divide opiniones y en más de una ocasión, genera tanto morbo que nadie puede perderse sus combates para verlo ganar...o perder. En resumen: ¡Es la naturaleza de los que nacieron para este deporte!
-Diay Diego, parece tonto ¿En qué piensa tanto mae?
-Nada nada Carlos. Solo en cómo rayos voy a pagar esta maleta en el aeropuerto.