Club Gimnástico Carbonell, Santa Ana. Me dispuse a buscar el nombre Heika en internet y encontré esta definición: “Tranquila y paciente siempre se mueve a su propio ritmo sin tener en cuenta la crítica o la lógica común”. Nada que agregar. Es la introducción perfecta para la historia que le traigo hoy.

Creció en una familia donde la música y el deporte eran (y son) prioridad, pero nunca un requisito. Que lo diga su hermana surfista, su hermano crossfitter o la misma Sol Salas, quien dividió su infancia entre el violín y las eternas tardes en un trampolín que tenían en el patio de la casa.

Al consultarle por sus inicios en la gimnasia, se dispone a explicar que empezó “vieja para el deporte” (8 años) y tampoco entendía mucho de lo que pasaba a su alrededor. Estaba tan cegada por la diversión que su mamá la llevó engañada a la primera competencia: Para ella: “Todo era y es un juego”.

Bastaron 6 meses para empezar a llenar su cuarto de medallas, y aunque le huye a la descripción de “talento innato”, acepta que sus triunfos se han dado porque sus padres y entrenador (Carlos Carbonell) nunca le han exigido resultados. 

-Pero imagino que todos esperan mucho de usted...

-Siempre he procurado tener oídos sordos ante cualquier comentario.

-¿Y usted? ¿Dónde perfila su carrera?

-Creo que en ningún lado. Aprendí a disfrutar el día a día y que las cosas se vayan dando. Conozco mucho atletas que frustran su vida porque no llegan a cierto lugar...yo no quiero eso para mí.

Podrán imaginar mi cara (shock mental) al escuchar esa respuesta. Es decir, hablamos de una gimnasta que gana sin pensar en ganar. Su filosofía radica en satisfacer a su perfeccionismo exacerbado (ejemplificado en sus perfectas notas de la universidad-cole) y romper barreras mentales en cada rutina.

Ahora bien, esta guía de vida tampoco es perfecta, ya que le ha traído varias crisis existenciales. Por ejemplo: la pausa al iniciar la secundaria regular (gimnastas de alto rendimiento suelen recibir “escuela desde casa”) o el parón por cargas universitarias (estudia administración de empresas) previo a Lima 2019. Instantes en los que valoró abandonar el deporte, pero su corazón no se lo permitió...

-¿Y por qué volver a entrenar después de tomar una decisión así? (dejar la gimnasia)

-No sé...tal vez es porque realmente lo amo. Me duele pasar días sin practicar y recordar a la niña que brincaba como “monilla” en el trampolín de la casa.

- O tal vez...es porque simplemente nació para estar aquí. (en el club gimnástico)