La Organización Internacional del Trabajo (OIT), una de las agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reveló este miércoles que la pandemia de COVID-19 ha tenido "un efecto catastrófico" sobre el tiempo de trabajo y los ingresos laborales en América Latina y el Caribe.
Solo en esta región, estimó la OIT en un informe publicado este martes, se han destruido el equivalente a 14 millones de trabajos a tiempo completo a causa de una reducción del 5,7% en las horas de trabajo en el segundo trimestre de este año.
Estamos ante una destrucción masiva de empleos, y esto plantea un desafío de magnitudes sin precedentes en los mercados laborales de América Latina y el Caribe. Desde ahora sabemos que al mismo tiempo que se supera la emergencia sanitaria deberemos enfrentar una verdadera reconstrucción de nuestros mercados de trabajo.
—El Director Regional de la OIT, Vinícius Pinheiro.
En todo el mundo, la pérdida de horas de trabajo ha sido de 6,7%, equivalente a 195 millones de trabajadores a tiempo completo en el segundo trimestre de 2020. El documento de la OIT habla de la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, que al final podría dejar un saldo de desempleo y precariedad en el trabajo.
El informe además estima enormes pérdidas en los distintos grupos de ingresos, y advierte que los sectores más expuestos al riesgo incluyen los servicios de hospedaje y alimentación, la manufactura, el comercio minorista y las actividades empresariales y administrativas.
En América Latina y el Caribe más de 50% de todos los trabajadores se desempeñan justamente en los sectores más expuestos a una crisis como son los de comercio y servicios, según datos el último informe Panorama Laboral de la región, presentado en enero, antes que se iniciara el contagio global de COVID-19.
Pinheiro destacó que existe particular preocupación por el empleo de las mujeres, que podrían resultar más afectadas porque están sobrerrepresentadas en los sectores de salud, turismo y servicios. También explicó que los impactos de la crisis sobre el turismo tendrán un impacto mayor sobre la región del Caribe, que es altamente dependiente de los empleos e ingresos generados por este sector.
El nuevo informe de OIT destaca que en estos sectores muchas personas están empleadas en trabajos mal remunerados, de baja calificación, donde una pérdida imprevista de ingreso tiene consecuencias devastadoras.
El documento agrega que los países con niveles de informalidad alta enfrentan desafíos adicionales, tanto sanitarios como económicos, incluyendo la falta de cobertura en seguridad social. De acuerdo con estimaciones de OIT en América Latina y el Caribe la tasa de informalidad es de 53%, lo cual afecta a más de 140 millones de hombres y mujeres en el trabajo.
El Director de la OIT para América Latina y el Caribe destacó que “los países de la región van a necesitar de medidas ambiciosas de preservación de los empleos, fomento a las empresas y protección a los ingresos para salir de la terapia intensiva”. El informe de la OIT además destaca la necesidad de utilizar el diálogo social para enfrentar esta crisis.
Pinheiro dijo que “para lograr mejores resultados, y dar sostenibilidad política a las medidas, es necesario contar con estrategias que tengan respaldo y sean producto del consenso, es crucial encontrar vías para hacer realidad un diálogo social en cual participen los representantes del Gobierno, así como los de las organizaciones de empleadores y de trabajadores”.