Con la intención de detener la propagación de la COVID-19 se han adoptado medidas como el aislamiento social, lo que conlleva que las personas deben seguir, en la medida de lo posible, sus vidas desde la casa.
Las tecnologías digitales han disminuido el impacto de la pandemia en algunas profesiones y también, en alguna medida, en la educación, al tiempo que han permitido sostener comunicaciones personales y actividades de entretenimiento en los hogares.
“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, dijo en su momento el condecorado y líder político, Nelson Mandela. Entonces una pregunta que surge en estos días es: ¿qué hacer cuando los niños, niñas y jóvenes no pueden acercarse a los centros educativos?
El director administrativo del Colegio Saint Benedict ubicado en San José, Jorge Durán Araya, y la directora educativa del Centro Integral de Educación Privada (CIDEP) ubicado en Heredia, María Luisa Yen Peña, nos ofrecen una respuesta.
¿Cómo se prepara una institución para una pandemia?
"Nadie estaba preparado esto", dice Durán, pero tanto él como Yen Peña coinciden en que la previsión de incluir tecnología educativa en sus aulas ha sido lo que les ha permitido seguir adelante.
“Diciéndolo con sinceridad, somos una institución que cuenta desde hace varios años con suficiente tecnología y profesores que se han venido preparando no solo en el uso de las herramientas tecnológicas (pizarras interactivas, video beams) sino en el manejo de plataformas (Google Classroom, Rediker, Hangouts y Hangouts Meet), aplicaciones y sobre todo en actualizaciones que son tan importantes. Es por eso que la llegada de esta emergencia sólo necesitó de un día de reunión (lunes 16 de marzo), para echar a andar la maquinaria”, explicó Yen.
El representante del Colegio Saint Benedict, por su parte comenta que las clases en la institución ya estaba tecnificadas y que el material está digitalizado desde hace aproximadamente cinco años cuando iniciaron con el uso de una plataforma digital.
Durán aclara que, si bien ya tenían las plataformas, ha sido necesario cambiar el enfoque de la educación virtual.
“Al inicio hicimos un plan para 14 días en el cual teníamos la idea de fortalecer únicamente la materia que ya habíamos dado, de manera que no tuviéramos que sofisticar demasiado la educación a distancia. La primera semana el material fue dado de manera asincrónica (no en línea) y se subía a la plataforma que el colegio ya viene manejando para los padres de familia. A partir de la segunda semana habilitamos la licencia que ya teníamos de Microsoft Teams para dar tutorías para secundaria, en caso de que los estudiantes tuvieran alguna duda. La tercera semana, arrancamos con sesiones en vivo todos los días con Microsoft Teams para secundaria y Zoom para los más pequeños, siendo que es una plataforma más fácil de utilizar”, indicó.
No obstante, nada de esto sería posible sin el empuje de todas las personas involucradas en el proceso. Tanto Durán como Yen Peña están de acuerdo en que el papel de los padres de familia ha sido clave para el desarrollo de las clases virtuales. Gracias a ellos y a “la chispa colaboradora de niños, niñas y jóvenes”, como lo describe Yen Peña, CIDEP está al día con todos sus programas e incluso imparten talleres de baile, educación física y su programa de teatro.
Para Durán, esta emergencia nacional ha permitido que los padres comprendan a profundidad el trabajo integral de la escuela, a pesar de que han dosificado y simplificado el material para evitar una sobrecarga para los mismos.
¿Y cómo funcionan los horarios?
Esto depende de cada población, por ejemplo, en el Saint Benedict, no se está dando el 100% del material, se dan de 3 a 4 horas de lecciones por día y han suspendido los programas afterschool. CIDEP, por su parte, mantiene clases de 7:30 a 3:10 de la tarde con todas las lecciones.
En lo que ambas instituciones coinciden es en la asistencia; la ausencia de cualquier estudiante debe ser justificada para evitar una acción disciplinaria. Para esto, Saint Benedict utiliza la plataforma virtual para padres de familia en la que es enviada el material y CIDEP mantiene la práctica de pasar lista y la identificación de cada estudiante con su perfil.
Para los docentes ha sido también un tiempo de cambio y adaptación sobre la marcha
“Tenemos muchos testimonios a nivel de mundo, de docentes que en medio de una guerra enseñan, en ambientes muy adversos posteriores a fenómenos naturales y muchos más. Los docentes que aman su profesión tienen que llegarle a sus estudiantes y con alegría y entusiasmo. ¡Los estudiantes nos necesitan!”, dijo la Directora Educativa del CIDEP, María Luisa Yen Peña.
Si desea compartir sus experiencias sobre teletrabajo y educación (profesores y estudiantes) con las plataformas digitales, puede escribirnos al correo [email protected].