08/01/20. Aeropuerto Juan Santamaría, Alajuela. Nos topamos antes de partir a su cuarta Vuelta al Táchira en Venezuela. Hace tres años no conversamos, por lo que debíamos ponernos al día sobre su experiencia en Europa y Asia. Kevin no ha cambiado mucho, mantiene la timidez de siempre y entre palabras cortadas, me recuerda lo ciegos que estamos los costarricenses ante nuestro potencial.

Hace 8 años, Pacayas de Cartago era su gigante salón de juegos. El "alborotado" niño dividía sus tardes después del colegio entre “piques” con la bicicleta de hacer mandados y ayudar a su padres con las cosechas de papas.

Para Rivera era recreación hasta que su hermano mayor empezó a competir, momento en el que transformó la diversión en deporte. Le tocó rogar por piezas en ciclos y trabajar en jardines para armar su primer bicicleta de Mountain Bike.

Por invitación de unos amigos mayores, el ciclista de montaña cambió de disciplina y empezó a correr en el equipo de Cartago. Entre risas, Kevin asegura que no sabe cómo se fijaron en él, ya que en ese tiempo andaba unas tennis viejas, un casco de 5 mil colones, licra desgastada y una camiseta que su hermano le había regalado.

Desde el 2014, Rivera empezó a competir formalmente y las victorias no pararon de llegar. Bastó un año para que el equipo amateur Shimano Scott le ofreciera el puesto de escalador. Ese equipo a la postre, le dio el empujón para ser campeón nacional de la vuelta infantil, sub-campeón de la vuelta a la juventud, líder de la copa Am-Pm y medalla de bronce panamericana en Argentina.

Cuando menos lo esperaba, al cartaginés le llegó una carta del equipo Androni Sidermec para ofrecerle una pasantía en Europa. Allá en Italia, "El Lobo" (como le gusta que lo llamen) obtuvo el primer lugar en Citta di Notaresco por lo que inmediatamente se ganó un cupo en el equipo profesional.

Con nostalgia, me recuerda que ya son cuatro años en el viejo continente. Una oportunidad que aprovechó y aprovecha a cabalidad al ganar el Tour de China (2017), etapa de la Vuelta al Táchira (2018), el Sibiu Tour en Rumanía (2019) y ser la pieza clave para que Costa Rica obtuviera un cupo en Tokyo 2020.

-Kevin, está peleando el cupo a Tokyo 2020 “codo a codo” con Andrey Amador ¿Dimensiona lo que eso significa con 21 años?

-Es un gran orgullo, pero lo tomo con calma. Considero que debe ir el que esté mejor y al final, será la FECOCI la que tenga la última palabra....

-Pensar que hace tres años, estábamos hablando de consolidarse en Europa.

-Aún tengo la misión de dar el salto un equipo top. Espero hacerlo este año o el siguiente porque me estrenaré en el Giro de Italia 2020.