25 máquinas de coser, donadas por el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), se escucharán en el recién inaugurado taller industrial del Centro de Atención Integral (CAI) Vilma Curling.  En las nuevas instalaciones, 20 mujeres privadas de libertad se encargarán de confeccionar vestimenta hospitalaria para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), insumo necesario para abastecer a la institución en su lucha contra la COVID19.

La donación es posible gracias al trabajo conjunto del Ministerio de Justicia y Paz, el INA, el Ministerio de Seguridad Pública y la CCSS. Surgió a partir del llamado del Gobierno a la colaboración interinstitucional en el marco de la emergencia sanitaria que vive el país.

Este es un claro ejemplo de que Costa Rica puede, de que las instituciones trabajando juntas podemos no solo aportar al país para la atención sanitaria de la emergencia por la COVID 19, sino a su vez, dar una oportunidad para que las mujeres privadas de libertad adquieran destrezas y habilidades, o las perfeccionen, con miras a futuras oportunidades laborales, y con esto, hagan su contribución a los esfuerzos del país”, comentó la ministra de Justicia y Paz, Fiorella Salazar Rojas.

El Presidente ejecutivo de la CCSS, doctor Román Macaya Hayes, indicó que las alianzas fortalecen la lucha país que se está dando contra la COVID-19. Además, agradeció al sector público y privado por la unión de fuerzas para hacer frente a la pandemia.

Por su parte, el gerente de logística de la CCSS, Luis Fernando Porras Meléndez, explicó que con la iniciativa se aumentará la capacidad de producción de la institución que actualmente elabora prendas en su fábrica de ropa.

Sumamos líneas de producción y esto es realmente muy positivo porque podremos proveer más ropa a nuestros trabajadores en todo el país que hoy están en la primera línea de defensa contra la pandemia”, dijo el gerente.

La CCSS aportará las telas (que serán cortadas por el INA) y en el CAI Vilma Curling se llevará a cabo el armado y la confección final, con el acompañamiento de una persona de la Sastrería del Ministerio de Seguridad Pública. El departamento de Orientación del Centro llevó a cabo un exhaustivo proceso de selección con el fin de contar con el personal idóneo para afrontar la tarea.

Se visitó ámbito por ámbito para explorar quiénes tenían habilidades en el trabajo textil: en primera instancia, que hubieran recibido capacitaciones del INA u otra entidad privada que certificara su conocimiento para utilizar ese tipo de máquinas, así como mujeres que han tenido experiencia porque se sustentaban con ese oficio antes de entrar ahí.

El nuevo taller de producción y capacitación del CAI Vilma Curling, con un costo de aproximado a los 500 millones de colones, viene a fortalecer la apertura de los espacios de aprendizaje en el sistema penitenciario. Su construcción se enmarca en la estrategia de ocupación laboral “Construyendo Oportunidades”, que busca dotar a la población penitenciaria de competencias y habilidades para aumentar las posibilidades de reinserción social.

Desde el INA colaboramos con la donación de equipo textil y asesoría técnica a las mujeres privadas de libertad y al personal del Centro de Atención Integral; de igual forma continuaremos trabajando con el sector público y privado para atender las diferentes necesidades que presenta la emergencia”, aseguró el jerarca del INA, Andrés Valenciano Yamuni.