Los exmandatarios Óscar Arias Sánchez (86-90, 06-10), Rafael Angel Calderón Fournier (94-98), Miguel Angel Rodríguez Echeverría (98-02) y Laura Chinchilla Miranda (10-14) forman parte de los más de 200 líderes mundiales que firmaron una carta pidiendo al G20 acciones coordinadas urgentes para atender la actual crisis sanitaria y económica mundial causada por la pandemia de COVID-19.
En la carta enviada, se pide a los líderes del G20 que tomen medidas para garantizar apoyo a iniciativas de salud lideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) así como medidas de emergencia para restaurar la economía global, sin embargo, reconocen que estas cosas requieren que los líderes comprometan fondos para garantizar esto, ya que las necesidades sobrepasan la capacidad actual de las instituciones internacionales.
La petición consiste en que los líderes del G20 comprometan, por lo menos, $8 mil millones para cubrir entre otras cosas:
- $1.000 millones este año para la OMS.
- $3.000 millones para vacunas, que ayuden a financiar el desarrollo y distribución a toda la población de una vacuna contra el COVID-19, la la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) que está coordinando el esfuerzo de investigación global para desarrollar vacunas efectivas para COVID-19, así como ampliar la capacidad una vez se tenga una vacuna identificada.
- $2.500 millones para medicamentos terapéuticos, para el Acelerador Terapéutico COVID-19 que tiene como objetivo entregar 100 millones de tratamientos para finales de este año y está buscando estos fondos para desarrollar y ampliar rápidamente el acceso a estos.
Dato D+: La carta fue enviada antes de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara que estaba considerando suspender el financiamiento a la OMS por su manejo de la crisis de COVID-19.
Además, los líderes solicitan que se apoye a la OMS en coordinar la producción global de equipo médico, necesario para la atención de la emergencia, para prevenir que cada país, estado o provincia compita por su parte de los productos en existencia, lo cuál conlleva el riesgo de un aumento en los precios.
Los líderes solicitaron también que un grupo más amplio de bancos centrales tenga acceso a los arreglos para los cambios de divisas y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) debería firmar acuerdos de intercambio con los principales bancos centrales. Además, reconocen que las economías emergentes y países más pobres necesitarán ayuda especial, por lo que solicitan una colocación adicional de entre $500 y $600 mil millones en Derechos Especiales de Giro.
Dato D+: Los derechos especiales de giro son una demanda potencial sobre las monedas libremente utilizables de los miembros del Fondo Monetario Internacional.
Según indicaron en la carta, los países con sistemas de salud más débiles y poblaciones vulnerables necesitarán ayuda adicional por $35.000 millones para la provisión de suministros médicos vitales, el aumento de la ayuda a la fuerza laboral nacional de salud y el fortalecimiento de la capacidad de recuperación y preparación nacional.
Con respecto a la recuperación de la economía, la carta señala que un problema económico global requiere una respuesta económica global, y plantean que el objetivo debe ser evitar que una crisis de liquidez se convierta en una crisis de solvencia y que una recesión global se convierta en una depresión global. Para garantizar esto, el grupo señala que se requieren iniciativas fiscales, monetarias, de banco central y anti-proteccionistas mejor coordinadas, y aseguran que los ambiciosos estímulos fiscales de algunos países serán más efectivos si se complementan con mayor fuerza por todos los países en condiciones de hacerlo.
Sobre las medidas económicas, el grupo señaló que:
- El Banco Mundial y muchos de los bancos regionales de desarrollo han sido recapitalizados recientemente, pero se necesitarán más recursos. Es probable que, como en 2009, cuando el gasto del Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (BIRF) pasó de $16 mil millones a $46 mil millones, (y los bancos regionales de desarrollo) necesitarán una expansión mucho mayor de los recursos disponibles.
- Para cumplir con sus responsabilidades de ayuda humanitaria —y para los refugiados y las personas desplazadas, cuya situación es probable que se desespere— y para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, las agencias de la ONU han emitido esta semana un llamado inmediato por $2 mil millones de recursos adicionales que requieren con urgencia.
- La comunidad internacional debería renunciar a los pagos de la deuda de los países más pobres de este año, incluidos $44 mil millones adeudados de África, y considerar el alivio de la deuda futura para permitir a los países pobres el espacio fiscal para abordar el impacto sanitario y económico de la pandemia por COVID-19. Pedimos al G20 que encargue al FMI y al Banco Mundial que evalúen aún más la sostenibilidad de la deuda de los países afectados.
- Están de acuerdo con los líderes de los países africanos y en desarrollo que, dada la amenaza existencial para sus economías, la creciente interrupción de los medios de vida y la educación y su capacidad limitada para proteger a las personas y las empresas, se necesitará al menos $150 mil millones de apoyo general para la salud, la sociedad redes de seguridad y otra ayuda urgente. Estas asignaciones deben acordarse de inmediato y ser coordinadas por un Grupo de trabajo ejecutivo del G20 como parte del Plan de Acción del G20.
La carta, además, recuerda que se requiere que las dos principales instituciones económicas internacionales (el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial) tengan garantías de que se recibirán fondos bilaterales adicionales y acordar los requerimientos de nuevas inyecciones de capital.
La carta finaliza señalando que la solución a más largo plazo es un replanteamiento radical de la salud pública global y una remodelación estructural tanto del sistema de salud, como del sistema financiero, en lo que deberían estar trabajando tanto Naciones Unidas, como los gobiernos del G20 y otros actores interesados.