Durante la conferencia de este martes, Román Macaya y Daniel Salas conversaron con dos víctimas de COVID-19 mediante llamadas telefónicas. En el caso de Salas, conversó con una paciente de 33 años que sufrió de consecuencias graves y actualmente está compartiendo el proceso de recuperación con su esposo. Mientras tanto Macaya, lo hizo con una funcionaria de la CCSS que ya se recuperó al 100% de la enfermedad y se reintegró a las labores.

Pese a sufrir diversos problemas técnicos, el Ministro de Salud arrancó las conversaciones con un: "Hola María ¿Me escucha?", ya que este fue el nombre ficticio que le brindaron a la primer protagonista de esta dinámica.

Mi esposo y yo tenemos COVID. Él gracias a Dios es una caso asintomático y sólo perdí el sentido del olfato. Yo sí he padecido de síntomas bastante fuertes (...) Pasé dos semanas bastante difíciles, a mí las fiebres me llegaban casi a los 40 grados, me despertaba con fiebre y me dormía con fiebre. No podía dormir de noche, porque me deban muchos escalofríos y el dolor de cuerpo era insoportable hasta acostada."

Dentro de esta dinámica, la paciente enfatizó en su juventud y las consecuencias "no esperadas" en el cuerpo. Además aprovechó para agradecer el efectivo monitoreo del sistema de salud y las ventajas de vivir esta crisis en Costa Rica.

Desde que yo tengo COVID, me llaman tres personas diarias sin importar que sea sábado o domingo. (...) Todavía hoy en la mañana me llamaron para preguntarme cómo me sentía. Es un seguimiento total y ese acompañamiento motiva a uno, al punto que los funcionarios me daban su número personal para llamarlos si me sentía mal” concluyó la víctima de 33 años.

Posterior a esta llamada, el presidente de la Caja Costarricense del Seguro Social atendió a "Ana", una funcionaria que se mostró optimista por regresar a su trabajo en la Caja, ya que tiene 30 años de laborar en la institución gubernamental.

Mi aislamiento duró cuatro semanas completas. Probablemente porque se me hizo un diagnóstico temprano. Al principio siempre hay incertidumbre de cómo avanzará la enfermedad, pero en mi caso yo tuve la suerte de tener una enfermedad leve, como sucede en el 80% de los casos. Traté de estar en contacto (virtual) con amigos, familia, hacer una vida sana y tratar de no ver televisión, para mantenerme sana mentalmente".

En la conversación, la paciente mencionó la importancia de separarse en el momento oportuno. Fue enfática al asegurar que aislarse por su propia cuenta representó un acierto para su salud, la de su familia y de sus compañeros de trabajo. 

Yo tuve la suerte de que apenas sospeché que podía estar infectada, me aislé voluntariamente y guardé ese aislamiento de forma estricta hasta el final. Eso me permitió que no hubiera ninguna infección secundaria a mi caso" concluyó la paciente recuperada.

Este martes, el Ministerio de Salud de Costa Rica confirmó 16 nuevos casos de COVID-19 en el país, con lo cual la cifra total de casos se eleva a 483. Respecto al día anterior, el crecimiento fue de 3.43%, el segundo más bajo desde el inicio de la pandemia.

Actualmente hay 24 personas dadas de alta (seis más que ayer) y 2 fallecidas, por lo que la cantidad de casos activos (actuales enfermos) es de 457. En este momento hay 30 personas a la espera de su certificación de recuperación.