El Gobierno de China reconoció este viernes 1290 muertes más por la enfermedad COVID-19 que no fueron computados a su debido tiempo, elevando el total de decesos en el gigante asiático a más de 4600, incrementando las dudas sobre la veracidad de sus estadísticas durante esta pandemia.

Las nuevas muertes reconocidas ocurrieron en Wuhan, epicentro de la pandemia de COVID-19 y representan un aumento de casi 50% respecto a la cifra anteriormente reconocida por China de muertes en esa ciudad, que era de 2579.

Con el cambio, el total de muertes relacionadas a COVID-19 en China sube a 4632 y los infectados son 82.692 según el último reporte. Durante el pico de la pandemia en ese país el Gobierno había ocultado la cifra de casos confirmados asintomáticos y no fue hasta después que la situación fuera expuesta a nivel internacional que se incorporaron 14.108 casos confirmados más el 12 de febrero anterior.

La OMS señala que los casos confirmados por prueba de laboratorio deben registrarse en las estadísticas, aún cuando se trate de personas que no desarrollaron ningún síntoma de la enfermedad.

Según medios estatales, el error de conteo en las personas fallecidas se debió a una "insuficiente capacidad de admisión de pacientes" en las instalaciones médicas colapsadas durante el punto álgido de la epidemia.

La agencia oficial Xinhua citó a un funcionario no identificado de la oficina de prevención y control de epidemias en Wuhan, que dijo que en las primeras fases del brote, “debido a insuficiencias la capacidad de ingresos y tratamiento, algunas instituciones médicas no lograron contactar con el sistema de prevención y control de enfermedades a tiempo, mientras los hospitales estaban desbordados y los médicos sobrepasados con los pacientes. Como resultado, hubo informes tardíos, perdidos y erróneos”.

Al cierre de edición de esta nota se registraban 2,24 millones de infectados, 153.913 fallecidos y 569.953 personas curadas.

Las personas fallecidas que ahora se incorporan a las estadísticas oficiales fueron rastreados mediante una comparación de datos del sistema de control y prevención de epidemias en Wuhan, el sistema de servicios funerarios de la ciudad, el sistema de información de la autoridad hospitalaria municipal y el sistema de pruebas para retirar los casos contabilizados dos veces e incluir los ignorados.

El funcionario reconoció que, al menos en Wuhan, las personas que murieron por COVID-19 fuera de instalaciones hospitalarias no habían sido incluidos en las estadísticas oficiales. Otras instituciones médicas comunicaron sus casos tarde o de forma incorrecta.