La Sociedad Portuaria Caldera (SPC) emitió esta tarde un comunicado para informar a la ciudadanía que se mantiene operando normalmente pero bajo un estricto protocolo de seguridad e higiene para proteger a sus colaboradores y usuarios del contagio de la COVID-19.
“Para Costa Rica es de suma importancia que las instalaciones mantengan su ritmo habitual de operación debido a que por esta vía se reciben millones de toneladas en graneles de alto consumo en el país como trigo, maíz y frijol de soya”, indica la misiva.
Entre las medidas anunciadas se informó que el personal de la terminal portuaria pasa por un control de temperatura diario, junto a un reporte de su estado de salud y, en caso de ser necesario, atención directa con el médico o paramédico de la empresa.
Los visitantes, por su parte, también se someten a una revisión diaria de la temperatura y deben referirse a su estado de salud e informar si tuvieron contacto con personas enfermas.
Si en alguno de los dos casos una persona presenta síntomas relacionados a COVID-19 se le aísla de forma preventiva, se procede al uso de mascarilla y guantes -tanto por parte de la persona sospechosa como por quienes la acompañan- y finalmente se traslada al centro de salud más cercano.
A esas medidas se suman las recomendaciones generales de Salud: promover el constante lavado de manos, la correcta forma de estornudar o toser, evitar el contacto físico o tocarse la cara con las manos sucias.
Ricardo Ospina, gerente de Sociedad Portuaria Caldera, explicó que el protocolo preventivo se activó en febrero, antes de que se presentaran casos positivos en territorio costarricense, debido a la constante llegada de busques desde Asia, continente donde se originó la pandemia.
“Estamos a la orden de las autoridades de salud para colaborar en lo que requieran y principalmente para prevenir que la enfermedad se pueda propagar más. Nos mantenemos vigilantes y cuidadosos de la salud de la comunidad de Caldera y nuestros colaboradores”, añadió Ospina.
La SPC también estableció una serie de normas a aplicar a las embarcaciones como, por ejemplo, contar un plan de atención de casos sospechosos y tener un control diario de las condiciones de salud de sus tripulantes y reportarlo.
Si se presenta un caso sospechoso, se aísla a la persona y se reporta al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y al Ministerio de Salud. A la vez, se realiza un paro de la operación del navío y la contención de las personas dentro de él.
Las autoridades de Salud recomiendan que, si la persona resulta contagiada, se realice el desatraque del buque para el fondeo en la bahía y este quede en custodia de las autoridades. Mientras que, el personal expuesto debe aportar el alta médica para ingresar nuevamente.