Ante la posible llegada del nuevo coronavirus al país, las instituciones costarricenses están extremando medidas para contener la expansión del contagio.
Según informó el Ministerio de Salud esta tarde, actualmente se encuentran estudiando el primer caso sospechoso en el país de COVID-19, enfermedad causada por el nuevo virus.
Se trata de una mujer costarricense de 52 años de edad, vecina del cantón de Pococí, quien estuvo en Italia y Túnez y que llegó al país el día 29 de febrero sin síntomas (al momento) que coincidieran con la definición de caso. Fue hasta después que desarrolló la sintomatología.
Ante esta situación, instituciones gubernamentales y de la sociedad civil están tomando las medidas del caso, para evitar la expansión de la enfermedad.
Una de ellas es la Arquidiócesis de San José que este jueves anunció que implementará una serie de cambios en los protocolos de la comunión que se realiza en las misas, para prevenir el posible contagio.
Así lo anunció la institución en un comunicado, firmado por el arzobispo metropolitano, José Rafael Quirós Quirós, en el que señaló que:
En atención al bien común y a la salud pública, es necesario tomar algunas medidas en nuestras celebraciones y encuentros comunitarios. Por lo que, a partir de hoy y hasta nueva indicación, en la Arquidiócesis de San José, la sagrada comunión debe distribuirse y recibirse únicamente en la mano".
Además, se anunció que el protocolo del saludo de la paz también variará, para reducir el contacto físico:
El saludo de la paz se realizará mediante gesto fraterno, no darse la mano o tocarse la cara".
La Iglesia incluso, señaló que como se está en tiempo de Cuaresma, "según las normas litúrgicas se puede omitir el saludo de la paz".
La disposición se tomó en concordancia a la comunicación enviada por el Ministerio de Salud el pasado 3 de marzo, en la que la institución giró oficios al arzobispado de San José, a la Conferencia Episcopal y a la Alianza Evangélica, solicitando que las celebraciones religiosas se llevasen a cabo de forma que se evite el contacto mano boca.
Este trabajo forma parte de la Mesa Sectorial de Salud, adscrita a la Comisión Nacional de Prevención del Riesgo y Atención de Emergencias (CNE), en la que participan la CCSS, Cruz Roja, Senasa, 9-1-1 y el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AYA) para coordinar las acciones de respuesta desde todos los ámbitos.
Los miembros del clero costarricense incitaron, además, a los fieles católicos a lavarse las manos antes de cada misa y a las parroquias a garantizar que en los servicios sanitarios haya jabón líquido y "todo lo necesario para la higiene".
Caja y Salud extreman medidas
El martes anterior, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) activó el Centro de Control de Operaciones en el nivel central, integrado por profesionales de distintas disciplinas y gerencias, quienes han venido revisando y actualizando los lineamientos, procedimientos, así como definiendo la organización y el plan general para la respuesta de los servicios de salud.
El gerente médico de la CCSS, Mario Ruiz Cubillo, aseguró que la población en general es la primera barrera protectora frente a esta amenaza, dado que son los responsables del cuidado de su salud y la de su familia:
Entendemos la preocupación que manifiestan las personas, sin embargo, lo importante es que se informen por las fuentes oficiales, se preparen y actúen para protegerse”.
Ruiz recordó que las medidas más importantes son el frecuente lavado de manos con agua y jabón, la etiqueta de cubrirse la boca y nariz cada vez que tose o estornuda y no tocarse la boca, ojos y nariz, así como evitar el contacto directo al saludar.
Afirmó que lo único nuevo es la enfermedad COVID-19 “tenemos la ventaja de saber cómo enfrentarla y en esto la Caja contamos con la experiencia, conocimiento y una amplia red de servicios de salud que ha probado ser eficiente en eventos similares".
A su vez, la Cancillería de la República, junto al Ministerio de Salud y la Subdirector de Aviación Civil realizaron una sesión informativa con los miembros del Cuerpo Diplomático y Consular acreditados en el país; y además, van a cooperar con las líneas aéreas, operadores y con los pasajeros para prevenir y mitigar los efectos por el virus.