El mundo entero se enfrenta a una pandemia y no hay quién no sepa de ella. Incluso, muchos se han informado de más, en tiempos de COVID-19, con supuestos que nunca pasarán con las famosas fake news que galopean entretenidas por el temor, en los ferrocarriles sin control de los grupos de WhatsApp. Chats que se volvieron nuestros habituales sitios para conversar, como lo fueron hace un tiempo los parques o plazas públicas. Los celulares se llenan con los memes y hasta teorías de conspiración. Sin embargo, lo importante es que aquí todo está “pura vida”, es tiempo de llenar las carreteras para irnos a las playas porque esto va a pasar.
Así lo retrataron las imágenes que iniciaron a circular desde la Ruta 27 y otros sitios desde el viernes. Claro, ya era quincena y había que aprovechar el teletrabajo, para calentar las vacaciones de Semana Santa, al estilo más “pura vida” y no pasa nada. Ese tal virus que tuvo el primer caso, comprobado por la ciencia, el 17 de noviembre de 2019 y que los hospitales chinos descubrieron hasta finales de diciembre en medio de un colapso sistemático mundial y ya nos ha dejado dos muertos en Costa Rica, pero aquí pareciera pasar sin importar para algunos, porque todo está muy pura vida.
Qué interesante, ¿será que esa actitud tan pura vida nos retrata como sociedad? ¿Será que nos hace diferentes o mejores que el resto de los países sumergidos en la crisis? Por supuesto, somos ejemplo mundial, potencia mundial, como lo dijo alguna vez una publicidad. ¡Hay que creérsela!
Solo tengo una duda, lo más extraño es que a diferencia del mundo, que incluso se encuentra en las puertas de la Cuarta Revolución Industrial, por primera vez, apagó los motores de los aviones, las escotillas del turismo y los viajes ejecutivos fueron tirados abajo. Los puertos se hunden en la desolación que antes era impensable en ninguna circunstancia. Las bolsas de valores caen en letargo y nosotros, tranquilos, aquí estamos pura vida con playa, arena y sol… Es la actitud y no de pocos.
¿Será que los demás deben aprender de nosotros? Claro, uno de los países más felices del planeta… Se explica solo.
Es posible que esa misma actitud fue lo que les faltó a las dos principales potencias del planeta. Sí, Estados Unidos y China. Que aún con su poderío están entre los tres países que más tienen contagiados. Ellos deberían aprender de nosotros a manejar la crisis, con un poquito del “pura vida”.
Es más, por qué no todos aprovechamos y somos “vivazos”, como seguramente lo hicieron estos astutos que se fueron a las playas, porque ese tal coronavirus es cosa de otros. También saquemos lo mejor del egoísmo colectivo y acaparemos los productos que podamos. El resto, lo lamentamos, ustedes no son tan “vivazos”.
Supondremos que más de uno que tomó el carro para dirigirse a las playas estaba en su día de teletrabajo; pero lo tomó para disfrutar del sol y las olas del mar. Esa es la actitud correcta, la que nos ha llevado donde estamos, hoy como sociedad y país.
Será eso lo que explica que como país tenemos las tasas de homicidios e impunidad más altas de la historia, con delincuencia desbordada, una evasión igual que el déficit fiscal, con la peor tasa de desempleo de las décadas y, por si fuera poco, con la mayor desigualdad creciente en toda la Segunda República.
En resumidas, lo malo solo es culpa de los gobernantes, no de nosotros como sociedad, decimos indignados. Olvidamos la frase cada pueblo tiene lo que merece, pero bueno, es otro punto. Al final, sin darnos cuenta todos pagamos la cuota y a qué costo.
Aquí lo importante es estar pura vida. Para qué seguir gastando el tiempo en pensar que nosotros somos un país que depende del turismo y los servicios, que la tasa de desempleo se subirá, por ende, más delincuencia, necesidad e informalidad; lo que pone más riesgo el sistema que hoy tanto resaltamos. Pero despotricamos en otros foros.
Hoy, simplemente, tenemos que ocuparnos y preocuparnos menos que naciones como Alemania, España, Suiza y la propia Italia que reconoció que ya perdió la batalla por la COVID-19, viendo morir hasta 700 personas por día. Por que ellos no son tan pura vida y capaces como nosotros.
Tranquilos, aquí toda pura vida. Tenemos la Caja y todo bajo control. Pensarán esos que toman las calles sin necesidad. Será que no dimensionan que ese contagio puede llegar a sus hogares y colapsar el sistema que es lo realmente grave. Porque hasta los poderosos han enfermado.
¿Qué les hace creerse más inmunes que el propio príncipe eterno, don Carlos de Inglaterra, o hasta el primer ministro británico? En palabras más “pura vidas”, el propio náufrago de la película —que quizás vimos pirateada—, porque somos “vivazos”; ejemplo mundial; eso sí es ser pura vida en nuestra feliz Costa Rica.
Y aunque hoy el mundo vea como un arma darse la mano o un beso, nosotros tranquilos. Porque estamos mucho más pura vida y yo ya hice mi parte; pensarán muchos. Claro con poner mi foto de perfil en las redes sociales con la etiqueta yo me quedo en casa y un poquito de alcohol en gel. Eso fue todo lo que se necesitó para frenar esta pandemia.
Reflexionemos, es el fin de este artículo irónico. Porque más irónicos y faltos de sentido común nos vemos cuando no dimensionamos a qué nos enfrentamos y sin ver que naciones más ordenadas y con muchos más recursos se doblan ante el coronavirus y ven morir sus seres queridos a solas y enterrados en fosas comunes. Sí es solo cerca de un 3% la tasa de mortalidad, ojalá que esta no contabilice nuestros abuelitos, amigos, familiares; porque ya no valdrá de nada ninguna acción preventiva que se pone en riesgo por unos cuantos “vivazos” muy “pura vida”.
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