El Plenario de la Asamblea Legislativa rechazó este martes una moción entablada por el diputado Erick Rodríguez Steller, con la que se pretendía "repudiar" al presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, por haber firmado el decreto que creó la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD).

El presidente del Congreso, Carlos Ricardo Benavides, emitió una resolución en la que rechazó admitir la moción de Steller -firmada por otros diputados del PLN- al determinar que la misma era una moción de censura encubierta, algo que constitucionalmente no es permitido pues ese mecanismo únicamente puede ser accionado contra ministros de Gobierno.

Steller apeló la resolución de Benavides al afirmar que previamente el Congreso aprobó mociones para repudiar actos de Nicolás Maduro y Nayib Bukele, cosa que la Constitución tampoco prevé; y que su moción no era una censura, contrario a lo que interpretaba el presidente legislativo.

El presidente del Congreso además instó a Rodríguez Steller a no confundir a los diputados ni a la opinión pública, al afirmar que las mociones para reprochar eventos ocurridos en otros países tienen como base el artículo 35 inciso h) del Reglamento Legislativo, es decir, proposiciones; mientras que las mociones de censura las regula el inciso 24) del artículo 121 de la Constitución Política.

Benavides instó a los legisladores a leer un informe del año 2014 del Departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa, que determinó que el Presidente de la República no puede ser censurado, ni sujeto a mociones similares, ya que de acuerdo a la Constitución -y así fue el deseo del diputado constituyente- tal mecanismo solo puede ejercerse contra ministros de gobierno en funciones.

Tal y como dispone el Reglamento, la moción de apelación fue sometida a votación del resto de diputados, quedando rechazada por 10 votos a favor de acoger la apelación y 37 en contra.

Oposición demócrata, forzada a votar en contra

Diversos partidos de oposición que votaron en contra de admitir la apelación contra la resolución de Benavides hicieron uso de la palabra poco después para fundamentar los motivos de su rechazo.

Pablo Heriberto Abarca del PUSC dijo que votó en contra, no porque no considere repudiable la acción del presidente, sino porque en el procedimiento constitucional en el que todos los demócratas confían, no se puede caer en contradicciones.

"La democracia y la Constitución se defienden. Cuando los Constituyentes no incluyen al Presidente en las mociones de censura hay una razón simple: lo escoge el soberano, a los ministros los escoge el Presidente, y por tanto se le asigna una responsabilidad. Lo eligió Costa Rica, y eso lo respeto. Cuando no estoy de acuerdo con un ministro ahí sí está habilitado un proceso en la Constitución para proceder", agregó Abarca.

La jefa de fracción de Liberación Nacional, Silvia Hernández, realizó una intervención similar al afirmar que aunque la Constitución no tenga un instrumento para reprochar al presidente, no significa que estén de acuerdo en que Carlos Alvarado se la merecía.

"El que el señor Presidente haya violentado la Constitución no va a ser que esta Asamblea Legislativa, sin tener norma habilitante, caiga en el mismo vicio. Si hoy pudiéramos censurar, lo estaríamos haciendo", declaró.

El diputado José María Villalta afirmó que él repudiaba el decreto que creó la UPAD y los errores cometidos por Casa Presidencial, pero que no votó la moción porque la misma es improcedente e inconstitucional.

Para denunciar una inconstitucionalidad no podemos cometer otra.

Floria Segreda de Restauración Nacional dijo que si bien su partido considera que el presidente es repudiable, defenderán el principio de legalidad ya que la Constitución no permite la moción de censura contra el Presidente.

El Presidente legislativo, Carlos Ricardo Benavides acusó a Erick Rodríguez de haber presentado la moción con mala fe, al saber que iba a arrinconar a los miembros del Parlamento.

No se vale pensar que las personas, los ciudadanos que están afuera, son tan fáciles de engañar, y que a pura impresión podemos engañar la gente y violar la Constitución Política. Esa moción era un fraude de ley

Steller negó que hubo mala fe de su parte y dijo que esta era una sana discusión. "Yo no le debo nada a nadie. Sé que los cálculos suyos, y de algunos partidos, sí está por ver", dijo.