¿Cuántas veces ha visitado un zoológico o centro de rescate y le han ofrecido alimentar o tocar un animal silvestre? ¿Se ha atrevido a tocar una serpiente o permitir que la pongan sobre su cuerpo? ¿Ha visto un comedero para atraer colibríes con el único fin de tenerlos cerca? ¿Sabía usted que todas las anteriores son formas de maltrato hacia los animales?

Esto es lo que se buscará denunciar a partir de ahora, con la campaña a nivel nacional denominada “Circo La Argolla” que la Asociación para el Bienestar y Amparo de los Animales (ABAA) lanzó este lunes, con el afán de exponer diversos momentos grabados de manera real en nuestro país, en los cuales se expone el maltrato y crueldad que realizan cuidadores de centros de rescate y zoológicos con animales silvestres de nuestro país.

El objetivo de la campaña es concientizar sobre lo que somos capaces de llegar a hacer con el único fin de atraer la atención de turistas y obtener un beneficio lucrativo y para muestra un botón:

Los videos serán publicados durante varias semanas por medio del perfil de Facebook de la Asociación y retratan diversos momentos en que felinos, colibríes, osos perezosos, monos, serpientes y tucanes son obligados a hacer piruetas para deleitar a un público turista, con actos similares a los realizados en los circos.

La campaña busca hacer conciencia, educar e informar a la población sobre las diversas consecuencias y maltrato que sufren estos animales, incumpliendo la normativa nacional que protege la vida silvestre de nuestro país.

Esta campaña denuncia actos circenses llevados a cabo en más de 20 sitios de manejo de fauna del país (entre ellos centros de rescate y zoológicos) mostrando escenas reales de lo que ocurre.

Según señaló el presidente de ABBA, Juan Carlos Peralta:

Nuestro objetivo con esta campaña es fomentar un turismo responsable, respetuoso con los animales y sostenible con las especies silvestres, educando y evidenciando estos actos para que se dejen de realizar. Buscamos que la gente entienda que no está bien tener a un animal dentro de una jaula pequeña, sin plantas o sitios para esconderse, tampoco está bien sacarlos de su espacio seguro o ingresar a sus recintos para que alguien los alimente frente a varias personas, que los llame y obligue por comida a realizar actos que van contra su naturaleza o simplemente que se lo pongan encima del cuerpo del turista”.