La embajadora de Costa Rica ante Naciones Unidas en Ginebra, Elayne Whyte, dejará su cargo a partir del próximo 29 de febrero, tras presentar su renuncia al puesto en diciembre pasado.
Inicialmente se indicó que Whyte había renunciado debido a la filtración de un informe de Clima Organizacional que señalaba problemas en la embajada en la asignación de tareas, horarios laborales y en la relación entre la embajadora y los funcionarios, lo que Whyte ha rechazo públicamente, asegurando que su salida corresponde a la rotación usual que se realiza en el Servicio Exterior.
El Estatuto del Servicio Exterior establece que todo el personal de carrera de la Cancillería debe regresar a trabajar dos años a la Cancillería, tras pasar cuatro años en el extranjero. En el caso de la embajadora Whyte, sus cuatro años en Ginebra se cumplieron a finales del 2018, sin embargo, según aseguró la Cancillería, Casa Amarilla decidió que la embajadora se mantuviera en Suiza hasta la visita del presidente Alvarado para el Foro Mundial de Refugiados en Ginebra, que se dio en diciembre del año pasado.
El informe filtrado es producto de una visita de tres días (setiembre del año pasado) realizada por la psicóloga del Ministerio de Cultura y Juventud, Lindsay Sharlot Guerrero Sosa con la misión de valorar el entorno laboral en la Misión Especial Permanente en Ginebra. El estudio se llevó a cabo a solicitud de la Cancillería como parte de un convenio de cooperación institucional entre ambos ministerios.
Por la filtración de ese informe el Canciller, Manuel Ventura, presentó una denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dado que la información contenida era de carácter confidencial y fue enviada únicamente al Canciller Ventura, la embajadora Whyte, Yorleny Jiménez Chacón, viceministra administrativa de la Cancillería, Samy Araya Rojas, directora del Servicio Exterior de Cancillería y a los seis funcionarios de la Misión en Ginebra que participaron del estudio.
El presidente Carlos Alvarado aseguró apoyar la denuncia de su canciller, y añadió:
A nivel general, tengo la impresión de que a lo interno de la Cancillería, el manejo de la información, y no de la Cancillería como institución, sino de mucho personal, el manejo de la información a veces se hace con motivaciones de política interna. (...) Yo creo que ha quedado latente en los últimos meses, ahí se usa información privilegiada por intereses particulares.
La embajadora Whyte estuvo el día de hoy en el programa Hablando Claro, donde rechazó los señalamientos del informe filtrado y volvió a reiterar que su salida de Ginebra se debe a la rotación natural del Servicio Exterior.
Durante el programa, la embajadora denunció que la filtración del informe se hizo para manchar su imagen, ya que en la Cancillería se rumoraba que ella regresaría al país a asumir uno de los viceministerios —Whyte negó que fuera el caso—, y señaló:
Desde que empezó este proceso de acoso para mi persona, porque esto viene de rato, y esto es solo como el último eslabón de una serie de hechos (...) se lo estoy documentando al señor canciller para que él pueda ver realmente cómo nos están tratando y para qué. ¿Qué creo yo que debe pasar en la Cancillería? Esto tiene que servir para que haya una revolución en la Cancillería, que es más bien una revolución ética. (...) Nuestro país desarmado, no puede estar en manos de personas que ya han demostrado que no tienen escrúpulos. (...) Si estuviéramos ahorita en un juicio ante la Corte Internacional de Justicia, por una violación a nuestra soberanía, y por lo que hemos estado viendo, todo el mundo está expuesto a esto ¿Qué pasa si hay una filtración para dañar a las personas que están a cargo de esto? Entonces tiene que haber una revolución que es moral y ética, y las personas que lo filtraron, yo honestamente aquí les digo "den la cara", es mejor, salir y decir de una sola vez, porque, así como lo exponen a uno a un escarnio público, den la cara así como yo la estoy dando.