Quién pretende, que al llegar a un país democrático y constitucional, como Venezuela, con un presidente electo por la mayoría, dónde algún fulano se autoproclamó presidente, llega un diputado de otro país a solidarizarse y avalar la acción del fulano, pretenda que sea recibido con bombos y platillos.

Tal es el caso de diputado costarricense  Dragos Dolanescu, quien asistió al Encuentro Parlamentario Mundial en Caracas, el martes pasado, para ratificar, junto a políticos de diferentes países, su respaldo al presidente  “autoproclamado” de Venezuela, Juan Guaidó. Por cierto, al evento sólo asistieron 4 diputados de América latina. Sus declaraciones al diario Las Américas de Miami señalan y asegura que “parlamentarios chavistas lo escupieron en asamblea venezolana”, “Injuriado y escupido”, “me dijeron de todo, los diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV”.

¿Quién es Dragos Dolanescu?: originario de Rumania, psicólogo y político en Costa Rica, presidente y diputado del Partido Republicano Social Cristiano y miembro de la Asamblea Nacional del Partido Unidad Social Cristiana, por la provincia de Alajuela. Político de Derecha, quien lidera una campaña para impedir el ingreso del Socialismo a Costa Rica. Señaló Dolanescu que la visita a Venezuela le deja como aporte "una alerta que voy a llevar a Costa Rica, para seguir luchando contra el avance del comunismo, que quiere abrirse paso con acciones desde La Habana".

Una de sus últimas actuaciones en el legislativo tico, fue sus críticas al gobierno del presidente Carlos Alvarado, por un memorando de entendimiento, firmado por el gobierno de Cuba para llevar maestros cubanos a las escuelas de Costa Rica. Dolanescu en ese momento se preguntó: "¿Qué van a enseñar a nuestros hijos? ¿A ser comunistas?".

Según comentarios de la gente, entre ellos Julius Arciniegas señala: “este tipo, Dolanescu, no es cualquier loquito de carretera. Es presidente de un pequeño partido que ha sido acusado de liderar el neofascismo en su país. Es histriónico y payaso, le encanta un show para ganar cobertura mediática. Tiene estrechos y abiertos lazos con líderes republicanos de EEUU, y lo han estado inflando como un lider anti-comunista latinoamericano. Y no parece ser tampoco un impoluto político pues ha sido involucrado en casos de corrupción y está siendo investigado por la fiscalía costarricense por contrabando. Está claro que quiere ganar puntos de sus amos y levantar un show con la supuesta saliva chavista”.

Con los antecedentes descritos, yo dudo que las declaraciones del diputado tico sean del todo ciertas. Podemos afirmar que fue avergonzado tras su papel de vendido al imperio, producto de la beligerancia política, pero escupido jamás. No es propio de los diputados bolivarianos. Creemos que hay exageración del diputado rumano, para hacer un escándalo mediático.

A su vez, pudieran ser también falsedades del diario Las Américas, extremadamente anticomunista; quien en algún momento, su propietario fuera Nelson Mezerhane, venezolano opositor al gobierno venezolano, y a partir del año 2015, el director y jefe de redacción, fue Osmín Martínez, cubano, anticastrista y acérrimo anticomunista.

Lo cierto es que el mencionado diputado costarricense, desea empantanar y atizar la relación entre Costa Rica y Venezuela, prestándose al juego del gobierno norteamericano, en un contexto de crisis política en América Latina.

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