Realmente no es tan complicado.

Lo que sucede es que si una persona tercera, que no forma parte de ninguno de los dos bloques involucrados (estudiantes protestando - Fuerza Pública) opina desde la información que maneja y por la interpretación que da a la data con la que cuenta inevitablemente se dejará llevar por su prejuicio y por su posición ideológica.

La falta de hechos claros y de información precisa deja abierto ese portillo que a su vez abre las innecesarias puertas de la desinformación. Especulamos. Suponemos. Asumimos. Todo esto encarece el debate y nos aleja de la verdad real de los hechos que se supone estamos interesados en conocer.

Ahora bien, este comportamiento es absolutamente normal e irremediablemente humano. Somos criaturas pasionales. Frente a un incidente que nos indigna (por una u otra razón) “la cabeza del juez” se activa y responde en automático a n cantidad de elementos que van más allá de las circunstancias frías y específicas del suceso en cuestión. El impul...