El Tribunal de Apelaciones de Escocia declaró "ilegal" el consejo que el Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dio a la Reina Isabel II para que esta diera su consentimiento para la suspensión del Parlamento durante cinco semanas, el periodo más largo desde la Segunda Guerra Mundial.
Los tres jueces de dicho tribunal determinaron que la motivación de Johnson para suspender las sesiones de la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores es ilegal por cuanto "tiene el impropio propósito de obstaculizar la tarea del Parlamento", por lo que "la Corte dará la orden de declarar el consejo del primer ministro a la Reina y la consecuente prórroga que se produjo en consecuencia como ilegales, nulos y sin efecto".
Aunque varios diputados regresaron al Palacio de Westminster tras la resolución judicial, el Gobierno de Johnson afirmó que el Parlamento continuará suspendido y que aguarda a un nuevo fallo que emita el Tribunal Supremo, el más alto del Reino Unido, tras una audiencia de emergencia programada para el próximo 17 de septiembre.
Dominic Grieve, exfiscal general del Reino Unido y uno de los diputados conservadores expulsados del Partido por votar contra la línea de Johnson, afirmó que la sentencia debería ser suficiente para que el Primer Ministro renuncie al cargo tras haber engañado a la Reina Isabel.
El Parlamento del Reino Unido quedó suspendido el martes por la madrugada (hora local), luego de una ceremonia tradicional marcada por la protesta de la oposición en la Cámara de los Comunes, el desplante del speaker John Bercow al Black Rod enviado por los emisarios de la Reina para que escucharan su aprobación a la suspensión del Parlamento, y el boicot de los lores no aliados al gobierno a dicha ceremonia, ya que solo un puñado de oficialistas se hicieron presentes.
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