El pasado 9 de agosto revisando las noticias me apareció en la página de mi colega Amelia Rueda la siguiente nota: “Periodismo se puede ejercer sin tener título, reitera Sala IV”. Debo confesar que tuve que acercarme a la computadora pues pensé que había leído mal, pero tristemente no, tristemente esa es la realidad de mi profesión y la de muchos en nuestro país. 

Lógicamente después de leer el artículo que asegura que la Sala IV reiteró que no se necesita de un título universitario para ejercer periodismo en Costa Rica” pensé muchas cosas, primero en lo indignante que es esto para todos los que pasamos años, ¡sí años! de nuestra vida en las aulas aprendiendo desde lo más básico como redacción, hasta lo más complejo como el régimen legal de medios de comunicación.  Pensé en todos mis compañeros, ahora colegas, que los he visto crecer en distintos medios, lanzándose al agua con sus propias agencias o ocupando puestos importantes.

El artículo me hizo recordar también mis años en la Universidad Latina (la de San Pedro), los exámenes orales del profesor Germán Rojas, los temidos exámenes cargados de materia de la profesora Tatiana López,  los proyectos de largas jornadas para el curso de TV2 con el ahora mucho más famoso Randall Salazar, director de Buen Día de Teletica; así como de las innumerables enseñanzas de la historia de nuestro país con uno de los profesores más queridos, toda una inminencia: Don Alberto Cañas (q.e.p.d).

Lo que me llevó a pensar también en para qué, para qué tantas estudiadas, para qué frustraciones, para qué repetir materias, para qué invertir tanto dinero en educación, para que ahora cualquiera que haya “decidido ejercer la libertad de expresión de modo continuo, estable y remunerado", en Costa Rica es periodista, así como yo. 

Y no, no estoy menos preciando el trabajo de personas que se dedican a informar sin tener un título, pero me preguntó por qué mis títulos (si, en periodismo tengo 2) sí pueden ser menospreciados, aunque me hayan costado muchísimos años de trabajo, dedicación y esfuerzo.  

También, me  pregunto dos cosas más: 1. ¿Para qué entonces existe el Colegio de Periodistas (COLPER) si no lo dejan hacer su trabajo?  Y la pregunta más importante, me gustaría saber si los magistrados consultarían a un “médico” con alguna experiencia pero sin un título que lo acredite como tal ¡obvio no! Entonces, ¿por qué le hacen esto a la profesión del periodismo? 

Quienes estudiamos periodismo, así como quienes estudian medicina (por sólo citar un ejemplo), tomamos la decisión de una forma responsable de educarnos, y sí, aunque  “la experiencia la da la calle”, es increíble ver como en Costa Rica se le está restando importancia a la única arma que nos enseñan a empuñar en este hermoso país sin ejército, ¡la educación! Por eso estamos como estamos… 

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