El expresidente del Perú, Alan García murió este miércoles tras sufrir tres paros cardio-respiratorios luego de dispararse en la cabeza, minutos antes que efectivos de la Policía Nacional procedieran a arrestarlo durante 10 días como medida cautelar, mientras se le investigaba por la trama de corrupción denominada como Odebrecht, en la que la empresa brasileña de ese nombre pagó millones en sobornos para acceder a contratos de obra pública.
La noticia fue confirmada por Ricardo Pinedo, secretario personal del expresidente peruano en las afueras de Hospital Casimiro Ulloa, donde García fue trasladado inicialmente en condición delicada.
La acción de García fue calificada a lo interno de su agrupación política como "un acto de honor" ante la "persecución" de la que era "víctima".
Carlos Morán, ministro del Interior del Perú dijo que la diligencia policial que se estaba realizando cuando García se suicidó era la detención preliminar por 10 días solicitada por el fiscal José Domingo Pérez, medida que también fue tomada días atrás contra el expresidente Pedro Pablo Kuczynski.
García tenía en su contra un impedimento de salida por 18 meses del país mientras era investigado, luego de intentar pedir asilo político en Uruguay en noviembre y refugiarse en la embajada durante 16 días.
Según él, en su caso no existía "ninguna delación, prueba o depósito que me vincule a ningún hecho delictivo y mucho menos con la empresa Odebrecht o la realización de alguna de sus obras".
De acuerdo con el Ministerio Público, el expresidente recibió sobornos de Odebrecht para obtener un contrato de construcción para la línea 1 del metro de Lima durante su segundo mandato.
Junto a García también son investigados por recibir sobornos de la empresa brasileña los exmandatarios Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), este último arrestado hasta el 20 de abril como medida cautelar, lo mismo que la hija del exdictador peruano, Keiko Fujimori.