El Banco Central de Costa Rica afirmó que el proceso de desaceleración de la producción que se presentó desde el segundo semestre del año 2018 pareciera haberse detenido, luego que los resultados de la actividad económica a febrero del 2019 arrojaran una variación interanual en el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) del 1,7%, superior en 0,12 puntos porcentuales al dato registrado en diciembre, fecha en que se presentó el menor crecimiento de 2018.
De acuerdo con el reporte de la institución, el resultado de febrero es también superior en 0,05 puntos porcentuales respecto a enero, de modo que la variación de los últimos doce meses en el indicador se ubicó en 2,4%. Dichos datos, de acuerdo con el Central, muestran una leve recuperación en la actividad económica nacional.
"Para el mes en comentario [febrero 2019], la construcción y los servicios financieros registraron una aceleración en su tasa de crecimiento, comparadas con el mismo periodo del año previo. Por su parte, el resto de actividades económicas moderaron su crecimiento respecto a febrero de 2018; particularmente, la actividad agropecuaria y el comercio presentaron variaciones negativas, similar a lo observado en enero pasado", explica el reporte.
Según el informe, la actividad agropecuaria continuó afectada por el déficit de lluvias en el Caribe y en otras regiones del país, asociado al fenómeno climático de El Niño, lo cual explicó la disminución de 1,0%, siendo la producción de banano la que resultó con mayor impacto y en menor medida otros cultivos como plátano, papa, cebolla y chayote.
Por su parte, la actividad comercial registró una contracción de 0,3%, influida por la evolución negativa en la comercialización de vehículos y de materiales de construcción. Sin embargo, la manufactura creció 1,6%, debido al buen desempeño de las empresas del régimen especial, las cuales crecieron 9,4%, impulsadas por la fabricación de implementos médicos y en menor medida de productos alimenticios.
El resultado anterior, sin embargo, fue atenuado por la contracción de -2,5% en la producción de las empresas del régimen definitivo, principalmente de cemento, plástico y prendas de vestir.
El Banco Central también dijo que los servicios crecieron 2,8% (frente a 3,7% en febrero de 2018), impulsados por los servicios financieros que crecieron 7,1%, debido al aumento en los depósitos que mantienen las empresas y hogares en las sociedades monetarias de depósito, así como el incremento en las comisiones por el uso de tarjetas de crédito.
El sector de enseñanza y salud registró un crecimiento interanual de 2,5%, principalmente por el comportamiento de los servicios de atención a la salud; mientras que las actividades empresariales tuvieron una variación de 2,2%, por la mayor prestación de servicios de consultoría en gestión financiera y afines, especialmente de las empresas adscritas al régimen de zona franca.
Finalmente, los servicios de información y comunicaciones registraron un crecimiento de 4,8% producto de las actividades relacionadas con la programación y consultoría informática, así como de los servicios de telefonía celular e Internet; y la industria de la construcción aumentó 2,9%, particularmente la de destino privado que lo hizo 3,1% por obras no residenciales, en tanto que con destino público aumentó 2,7%, básicamente por la edificación de infraestructura educativa y de alcantarillado.