La pobreza en Argentina durante el último trimestre del año 2018 llegó al 31,3% de la población, según reveló esta semana un informe elaborado por la Universidad Católica de ese país, un aumento de 1,9 millones de personas respecto a la medición previa.

El nivel arrojado por el estudio es el más alto desde el 2010 e implica que 12,6 millones de argentinos viven en pobreza, sufren carencias de alimentación, vivienda, acceso a la salud o a la educación, es decir, al menos uno de los derechos socio-económicos considerados como básicos.

Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de Argentina apuntó como causas del incremento en la pobreza a la caída del salario, pérdida de empleos, precarización laboral, anta inflación y estancamiento de la economía.

El año pasado la nación sudamericana experimentó una caída de su Producto Interno Bruto (PIB) del 2,6%, registró una inflación acumulada de casi 48% y el desempleo llegó al 9,1%. Debido a la situación, solicitó un préstamo de 56 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional.

El estudio también reveló que un tercio de los hogares argentinos se encuentra marginado de los derechos laborales y casi la misma cantidad no tiene vínculo con el sistema de Seguridad Social.