Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda anunció al país la entrada en vigencia de una prohibición de venta de fusiles de asalto y armas semiautomáticas de estilo militar, luego del atentado terrorista ocurrido en Christchurch que dejó 50 muertos y decenas de heridos.
"Anuncio que Nueva Zelanda prohibirá todas las armas semiautomáticas de estilo militar. También prohibiremos todos los fusiles de asalto", dijo la política quien también anunció medidas para evitar una "avalancha" de compras de estas armas y municiones.
Cada arma semiautomática empleada en el ataque terrorista del viernes quedará prohibida en este país
La medida se toma pocos días después del atentado perpetrado por un supremacista blanco de 28 años de edad, quien ya ha sido acusado de asesinato y quien no figuraba como sospechoso en ninguna de las agencias de seguridad de Nueva Zelanda, tema que también será investigado según adelantó Ardern.
La prohibición entraría a regir el próximo 11 de abril y la primera ministra explicó que se lanzará un programa de recompra de las armas ahora prohibidas, para que el Ejecutivo indemnice a los propietarios legales de ellas, al tiempo que toma medidas para evitar una espiral de adquisiciones.
La medida se estima le costará entre 100 y 200 millones de dólares al país de Oceanía.
Pero ese el precio que tenemos que pagar para garantizar la seguridad de nuestras comunidades