Walter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) salió al paso de las acusaciones hechas por la Iglesia Católica sobre supuesto exceso de fuerza y violencia durante los allanamientos hechos ayer, comparte de la obtención de pruebas por las denuncias presentadas contra dos sacerdotes por violación y abuso sexual contra menores de edad.

En declaraciones dadas a la prensa este viernes, Espinoza recordó que el allanamiento es un acto que por sí mismo causa incomodidad, pues implica el ingreso de las fuerzas represivas del Estado al ámbito íntimo, lo que provoca desazón, angustia e incomodidad.

Sin embargo, el jerarca de la policía judicial señaló que el allanamiento realizado fue pasivo, es decir, un ingreso donde no se necesitó recurrir a la fuerza para proceder al ingreso del inmueble y dijo que en todos los allanamientos siempre hay presencia y participación de un juez imparcial que anota en acta los hechos llamativos o atípicos durante el procedimiento, para garantizar que no se produzcan excesos o abusos de autoridad.

"En el caso particular, este allanamiento que se hizo sobre dos sedes de la Iglesia Católica, en ambos allanamientos estuvo un fiscal, hubo juez de garantías y el ingreso no implicó violencia. Se portaba equipo ante el evento de que fuera necesario utilizarlo y lo único que hubo fue la destrucción de un par de candados y la forzadura de la puerta interna de un baño. Eso fue lo único que sucedió. En las actas de los jueces no se consigna actitud altanera, arrogante, violenta o que de alguna manera violentara garantías constitucionales", detalló Espinoza.

De acuerdo con el director del OIJ, al ingreso de los oficiales se solicitó a quienes estuvieran dentro que se mantuvieran en un lugar determinado mientras se realizaba el allanamiento, para evitar perturbaciones o afectaciones al desarrollo del allanamiento.

"El allanamiento implica la recolección de evidencias y eso lo hace la policía. Implica orden, planificación, levantamiento documentado. Los allanamientos en ambos lugares fueron tranquilos, pasivos, no implicaron el uso de violencia, no provocaron ninguna perturbación, no hubo ningún aspecto llamativo o atípico salvo la localización de la evidencia que estábamos procurando con la Fiscalía y en general transcurrió de la manera más normal, más adecuada y más común que podamos imaginar", reiteró.

De acuerdo con Espinoza, las críticas de la Iglesia por el "desorden" dejado por los oficiales o por haber forzado gavetas y puertas se debió estrictamente a las labores de búsqueda que caracterizan ese tipo de acciones policiales y que están debidamente autorizadas por un juez.

"Entenderán ustedes que en el 95% de los allanamientos que nosotros practicamos las personas que sufren la  presencia de la autoridad judicial no se sienten satisfechas, no se sienten contentas y de alguna manera manifiestan animadversión y eso es lo mismo que nosotros notamos en este caso. No hay diferencia, no hay ninguna divergencia y el OIJ no quiere contender con la Iglesia Católica, simplemente está ejecutando un acto de investigación, válido, legítimo y ordenado por un juez", dijo.

Espinoza afirmó que los funcionarios de la Iglesia Católica optaron por iniciar una sesión de rezos y de oración, la cual no fue interrumpida, entorpecida ni afectada por los oficiales que hacían el allanamiento.

El director del OIJ confirmó que fue necesario forzar los candados de tres lockers y abrir por la fuerza una puerta de baño, dado que las personas que estaban en ese lugar no pudieron conseguir las llaves para abrirlas. Sin embargo, reiteró que no hubo violencia, agresiones ni ninguna actividad extraña o diferente a lo que usualmente sucede.

"Si en ese momento nosotros requeríamos ingresar a un aposento y las llaves no se encontraban, nosotros con la autorización del juez podemos utilizar la fuerza necesaria para ingresar a ese sitio. En este caso fue leve, de bajo nivel y no provocó daños materiales de ninguna importancia. Si no se puede abrir una gaveta, una caja fuerte o una puerta la Policía tiene legitimación y autorización para hacerlo. Si no fuese así, no podríamos hacer allanamientos o no tendrían sentido", agregó.

Espinoza reiteró que en este caso se aplicaron los mismos protocolos que se aplican en otros allanamientos y que no hubo distinciones ni tratos especiales de ningún tipo. "Esto es un aspecto eminentemente técnico, de carácter jurídico, vigilado por un juez y que se ejecuta bajo presencia y con orden de un fiscal de la república".

Finalmente, el director del OIJ dijo que ni la institución ni el Estado se está enfrenando con la Iglesia Católica, sino que se están buscando pruebas por un caso de abuso sexual. "Sabemos que ellos (la Iglesia) son conscientes de la necesidad de que esto se esclarezca, que haya luz y que se resuelva lo que corresponda"