La Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Chile acogió por unanimidad una demanda civil presentada contra la Iglesia Católica, por el encubrimiento de los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karamina, expulsado del sacerdocio por el papa Francisco el 27 de septiembre de 2018.
Los tres jueces ordenaron a la Iglesia indemnizar con 100 millones de pesos chilenos, unos 146.175 dólares, a cada uno de los tres demandantes: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, según reseñó el diario local La Tercera.
La medida revoca un fallo judicial de primera instancia del año 2017 que había declarado sin lugar el reclamo civil de las víctimas, quienes buscaban una compensación de 450 millones de pesos chilenos.
Fernando Karamina fue acusado formalmente ante la autoridad eclesiástica en el 2004 por feligreses y exsacerdotes, lo que generó un gran revuelo en Chile por los vínculos políticos y empresariales que tenía el sacerdote. No fue sino años después que gracias a una organización dedicada a investigar abusos de sacerdotes, el tema se presentó ante los estrados judiciales, sin embargo, el sacerdote no fue condenado pues los delitos prescribieron.
La investigación eclesiástica declaró culpable en 2011 a Karamina de abusos sexuales y psicológicos reiterados contra personas menores de edad y se le condenó, en primera instancia, a una vida de penitencia y oración. El sacerdote apeló la resolución, el Vaticano la reconfirmó y el papa Francisco procedió a su expulsión.