Carlos y Fabricio Alvarado, Rocío Aguilar, Albino Vargas, Edgar Mora, Fernando Cruz, Rodolfo Piza y Ana Helena Chacón son todos nombres que aparecieron en muchos de los resúmenes de los personajes más relevantes del 2018 en Costa Rica.
Pero creo que estamos dejando por fuera a un actor que, sin quererlo, fue trascendental para darle forma al 2018 que vivimos. Un actor que no es de carne y hueso, la red social Facebook.
Empecemos por hacernos la siguiente pregunta: ¿qué hubiese sucedido si Fabricio Alvarado no recurre a un vídeo en directo para dar su opinión sobre la respuesta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a la consulta hecha por Ana Helena Chacón aquel 09 de enero de 2018?
Sabíamos que dicha respuesta podía ser un parteaguas en el curso de una campaña hasta entonces monótona y carente de figuras de peso, pero mucho dependería de la forma y de la distribución del mensaje.
Recordemos que para ese entonces Fabricio estaba lejos de ser un candidato relevante. Era el representante de un partido minoritario cuyo objetivo era colocar uno o dos diputados en la Asamblea Legislativa, pero jamás optar por la presidencia. Así que su opinión no era de las más buscadas por los periodistas, e irónicamente eso fue una ventaja para él.
Luego de la respuesta de la Corte, mientras los principales medios buscaban la opinión de candidatos como Rodolfo Piza y Antonio Álvarez, Fabricio recurrió a un Facebook para hacer un vídeo en directo (Facebook Live). O a más bien a tres. Los dos primeros no tuvieron mucho éxito, pero el tercero llegó a compartirse más de 8,000 veces y cambió la campaña.
Las palabras de Fabricio en ese vídeo difícilmente hubiesen tenido el mismo impacto si se hubiesen leído en un periódico o escuchado en un noticiero. Pero al enviar él su mensaje de forma directa y sin filtro alguno tuvo un alcance mayor. Eso facilitó que resonara con personas que, al igual que él, dudaban de que la respuesta de la Corte IDH fuera vinculante para el país o que creían en la existencia de personas de distintas categorías. (Recordemos la insistencia de Fabricio por negarle a las parejas LGTBI los mismos derechos de las parejas heterosexuales).
Para darnos una idea del impacto, el PTAP de la página del candidato (estadística publicada por Facebook y que resume toda la actividad en torno a una página) creció en un 695,2% en solo cinco días. Ese vídeo desencadenó una serie de eventos que colocaron al candidato en el centro de los reflectores en cuestión de días y terminaron dándole el triunfo en la primera ronda.
Ahora bien, es muy poco probable que Fabricio lograra lo mismo sin ese vídeo. Su mensaje hubiese sido transportado por la prensa, como sucedió con otros candidatos, pasando desapercibido para aquellos que no estaban pendientes de la campaña electoral, limitando así su impacto.
Pero los efectos de Facebook en la campaña no terminaron con ese vídeo. Luego del triunfo de Fabricio en la primera ronda un grupo de jóvenes de distintas agrupaciones políticas, preocupados por el rumbo que podía tomar el país si el candidato neo pentecostal también ganaba en segunda ronda, creó un grupo en Facebook llamado Coalición Costa Rica.
La idea original era difundir información para llamar al voto, pero la preocupación de éstos jóvenes la tenían también muchas personas más las cuales llevaron el grupo a sumar más de 200,000 seguidores en sus primeras 48 horas. Se sentían pasos de animal grande.
Los seguidores de Fabricio Alvarado crearon también su versión de Coalición Costa Rica, un grupo llamado Costa Rica Unida - Fabricio Presidente. Pero hubo una gran diferencia entre ambos. Mientras los administradores de Coalición Costa Rica entendieron que para tener incidencia en las elecciones tenían que convertirse en un movimiento, sus homólogos de Costa Rica Unida creyeron que la solución era crear un grupo en Facebook.
Entonces, mientras un grupo se expandía, potenciando inclusive la creación de “coaliciones” locales fuera de línea, el otro se dedicaba a reforzar la caja de resonancia que se había creado alrededor de su candidato, en línea. El primero se esforzaba por sumar, el segundo por mantener lo que de todas formas ya tenía asegurado.
Pero Coalición Costa Rica no solo fue una de las figuras que sumó a la victoria de Carlos Alvarado en la segunda ronda, también reescribió las reglas de las política electoral costarricense al mostrarnos que individuos o grupos pueden hacer su propia campaña, y eso será una variable a tomar en cuenta en el 2022.
Finalmente, el 2018 no hubiese sido lo mismo sin las noticias falsas en redes sociales. Estamos claros de que éstas han existido desde que el ser humano encontró valor en la información, pero nunca habían sido un elemento de alarma en Costa Rica hasta el año pasado.
Si algo nos quedó de la campaña, más allá de la división por asuntos ideológicos, es la necesidad de llevar toda discusión al extremo. Para muchos ya no hay tonos de gris, sólo hay blanco o negro. Esa necesidad es tierra fértil para que cualquier contenido que empate con un sesgo o posición, sea éste real, tergiversado o ficticio, encuentre creyentes en redes sociales. Y cuando este contenido satisface nuestra necesidad de validar nuestra posición, lo compartimos sin dudarlo, amplificando así el error y la desinformación.
Pero aquí el problema no son aquellos que tienen una sólida posición o un sesgo muy fuerte porque nada les hará cambiar de opinión, el problema son aquellos que tienen la necesidad de informarse para formar criterio. ¿Y qué mejor medio para desestabilizar un ambiente ya tenso que difundir noticias falsas en la red social más utilizada del país, y del mundo?
Curiosamente, la selección que hacemos de nuestros amigos y fuentes de información en conjunto con el algoritmo que utiliza Facebook para determinar qué es relevante para nosotros nos construye una “realidad” nacional. Si esa realidad suele entrenarse con noticias falsas, no debería sorprendernos si hay personas que “viven” en una Costa Rica completamente diferente a los demás. No olvidemos que aún hay gente que piensa que hubo un fraude electoral.
Facebook es una herramienta increíblemente poderosa y sin ella nuestro 2018 hubiese sido muy diferente, por eso debemos aprender de lo sucedido, aprovecharla para construir y estar pendientes de cuando nos quiere dividir.
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