Escribo tarde esta columna. Tenía que entregar a principios de enero, pero estaba urgida de iniciar el año exactamente con un contenido que conectara con una de mis grandes pasiones: ver a las personas volar. Este martes 29 de enero conocí a 23 mujeres emprendedoras —Semi-finalistas del LAB Nosotras Lideresas Nosotras Women Connecting— y así quiero empezar el año: con el sentimiento que “aquí se respira lucha”.

Todas ellas: mujeres fuertes y valientes con historias humanas de supervivencia y resiliencia que te eriza los pelos.  Mujeres que quieren conquistar nuevos territorios y hacer un mejor lugar para todas las personas. Una dijo “yo quiero dejar el mundo mejor de cómo me lo encontré”. Otra: “Yo quiero llegar a Latinoamérica y no tengo miedo”. Otra: “Yo quiero enseñarles a las mujeres a no tener miedo”.

Así, cada una con emprendimientos tan únicos y refrescantes, como ellas, tal cual. Cada una nos contó porqué y cómo quiere transformar nuestros retos como sociedad a través de su emprendimiento.  Y es que emprender es un acto de resiliencia, de valentía revuelto con inocencia y -a veces- algo de estupidez. Pero aquí estamos, soñando en grande y trabajando como hormigas.

Sin embargo, —escuchándolas sobre lo que tienen que resolver para crecer como empresa— siento una urgencia exorbitante de que el Estado, la empresa privada, ONG’s, el sistema bancario y demás interesados, pongamos la mirada en la creación de empresas innovadoras (no me refiero a solo de base tecnológica), con propósito, sostenibles, responsables social y ambientalmente, empresas que apuesten a lo no obvio y que actúen en relación con el contexto y retos que enfrentamos como sociedad.

Las empresas que nos conforman dicen mucho del tipo de país en el que vivimos, y si tuviera que juzgar a Costa Rica por sus emprendimientos, digo “en este país se respira lucha*”, se respira ganas de cuestionar la norma y devolver con soluciones, mejorar las condiciones y oportunidades para todas las personas y reconocerse como agente social. Emprender es la manera que muchas personas construyen el camino que los lleva a la felicidad. Pues, es así que quisiera que existan más emprendedoras, como las que conocí, que su propuesta de valor es personal, es política y es comercialmente viable.

*Frase original: “Aquí se respira lucha”, Latinoamérica, Calle 13.

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