Es común satanizar el uso de cianuro en la industria mineral y se habla de mercurio y cianuro como si fueran lo mismo, como si tuvieran el mismo impacto en el ambiente. De acuerdo con la ley 8904 “para declarar a Costa Rica libre de minería metálica a cielo abierto”, del 10 de febrero del 2011, se permite el uso del mercurio y cianuro en la minería artesanal a pequeña escala y menciona que dentro de los 8 años de entrada en vigencia de dicha ley los mineros artesanales tienen la obligación de migrar a alternativas más amigables con el ambiente con ayuda del Estado costarricense. El problema está en que encasillar al mercurio y al cianuro dentro de la misma categoría demuestra que esta ley fue creada sin ninguna base técnica sobre el tema. El reciente estudio hecho por la Universidad Nacional demuestra una alta contaminación por mercurio en la zona de Crucitas, y por lo tanto existe la necesidad de aclarar las principales diferencias entre el mercurio y el cianuro, y su efecto a largo plazo.

El mercurio es un elemento pesado, el cual tiene gran afinidad con el oro y por ende pude utilizarse para formar una amalgama. Es por esto que la minería ilegal en Crucitas está utilizando mercurio para separar el oro de otros minerales. El mercurio al ser elemental no se puede descomponer o destruir y permanece en el ambiente a largo plazo, ocasionando un daño ambiental imposible de remediar. El mercurio puede contaminar la atmósfera y el agua a una distancia muy larga de la fuente de minería ilegal, por lo tanto, es de suma importancia y altamente urgente, que el gobierno tome todas las medidas pertinentes para que se deje de utilizar lo más pronto posible este metal altamente tóxico, que se va a continuar acumulando.

El mercurio, si es consumido por peces u otros animales (como lo demuestra el informe de la UNA) puede entrar en la cadena alimenticia de los seres humanos. Según la Organización Mundial de la Salud, el mercurio es altamente tóxico para el sistema nervioso central y periférico. La exposición a este elemento produce efectos nocivos en los sistemas digestivo e inmunológico, los pulmones y los riñones. Los niños son especialmente vulnerables y pueden estar expuestos directamente al comer pescado contaminado o tomar agua de acuíferos que han estado expuestos a minería ilegal donde se utiliza mercurio. Cuando el agua o animales contaminados son consumidos por mujeres embarazadas puede llevar a problemas de desarrollo neurológico en el feto, incluyendo retraso mental, convulsiones, pérdida de visión y audición, retraso en el desarrollo y trastornos del lenguaje.

El “cianuro” es un compuesto químico que contienen carbono, y nitrógeno. En la industria mineral comúnmente se utiliza cianuro de sodio, el cual se transporta en estado sólido hasta la mina y luego se disuelve en agua.  El oro que está en la roca molida se une al cianuro y el sodio y se separa de los demás minerales. En la industria mineral responsable el cianuro se recicla en la misma mina, y si es necesario se trata mediante procesos químicos o se degrada mediante procesos naturales. El cianuro no es persistente como el mercurio, y es por esta propiedad es que es preferido en la industria minera.

El cianuro puede ser letal en altas concentraciones, pero en bajas concentraciones no genera ningún problema a la salud humana e inclusive se encuentra de forma natural en comidas de consumo ordinario, como, por ejemplo: yuca, papas, almendras, semillas de marañón, nectarinas, pistachos, lentejas, bambú, etc. Una vez este compuesto es consumido, el mismo organismo se encarga de desechar el cianuro del cuerpo. Solo la yuca puede tener entre 50 y 400 mg/kg, las almendras hasta 2500 mg/kg, y el bambú hasta 8000 mg/kg de cianuro. En comparación las concentraciones en soluciones utilizadas en una mina moderna varían de 100 a 500 mg/kg de cianuro (100 a 500 ppm), en un rango muy similar a las concentraciones en la yuca (variedades dulces a amargas) y muy por debajo de la concentración en las almendras. Finalmente, el cianuro es ampliamente utilizado en la industria química, no solo en minería, ya que de todo el cianuro fabricado mundialmente únicamente un 20% se utiliza en minas.

La variedad de cianuro más tóxica es un gas llamado cianuro de hidrógeno gaseoso (HCN), en las minas se mantienen los controles necesarios para que el cianuro se mantenga siempre en solución y no se escape de esta forma y eso se logra controlando el pH y manteniendo siempre una solución alcalina (pH mayor a 10,5). Si bien, han existido casos de accidentes a nivel global, como los hay en toda industria, la remediación es bastante factible y jamás comparable con el daño del mercurio.

En el modelo de minería industrial moderna, se puede responsabilizar a la empresa en caso de negligencia o accidentes, mientras que absolutamente nadie se va a responsabilizar por el desastre ecológico causado por la minería ilegal en Crucitas. Debido a la emergencia que la contaminación de mercurio está causando y sus daños a largo plazo el Estado debe hacer todo lo posible por detener la minería ilegal en Crucitas. Es urgente que Costa Rica retorne a un modelo de minería sostenible, derogando la ley 8904 y remplazándola por una nueva ley con una estructura altamente técnica en donde se puede desarrollar una industria mineral responsable, que en lugar de dejar daños irreparables al medio ambiente deje beneficios a nuestro país.

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