La agencia calificadora de riesgo Moody's rebajó la nota crediticia del Estado de Costa Rica y le asignó una perspectiva negativa, por considerar que los esfuerzos de consolidación fiscal en el país presentan riesgos de implementación importantes.

Según un comunicado divulgado la tarde de este miércoles por Moody's, los esfuerzos de consolidación fiscal en curso son insuficientes para materializar una reducción rápida al déficit fiscal.

La nota de Costa Rica pasa de Ba2 (calidad crediticia satisfactoria, aunque con tensiones a largo plazo) a B1 (calidad crediticia cuestionable y con futuro incierto pero con capacidad actual). El estudio para determinar qué calificación debía obtener el país inició en octubre anterior.

Moody's también tomó en cuenta las crecientes dificultades de las autoridades nacionales para poder financiar los gastos ordinarias del Gobierno.

Aunque la agencia tomó en cuenta la aprobación de la reforma fiscal por parte de la Asamblea Legislativa, su criterio es que esta tardará varios años en estabilizar el crecimiento de la carga de la deuda.

"La reforma apunta a reducir el déficit fiscal por debajo del 4% del PIB en 2023 a través de una combinación de aumentos de ingresos y reducciones del gasto. Pero varias de sus provisiones se extienden a lo largo del tiempo y la mayor parte de la reducción prevista se basa en limitar el crecimiento de los gastos actuales, lo que será difícil frente a la oposición popular y en un entorno de desaceleración del crecimiento", señala la empresa.

Moody's espera que el crecimiento del PIB real de Costa Rica se desacelere a un promedio anual de 2.5% entre 2018 y 2022.

De igual forma, la agencia calificadora estima que el impacto total de la reforma fiscal se dará hasta el año 2022 y que mientras tanto, el déficit fiscal cerrará en 7% del PIB en 2018, en 7,5% del PIB en 2019 y se empezará a reducir en los años siguientes, contrario a la expectativa gubernamental de que la brecha entre ingresos y gastos se reduzca el próximo año.

Según Moody's, la deuda total de Costa Rica llegará a 59% del PIB en 2019 y alcanzará un máximo cercano al 65% de PIB en el 2022.

Moody's señaló como "improbable" una subida en la calificación crediticia de Costa Rica, sin embargo, dijo que podría estabilizar dicha nota si el país adopta ajustes presupuestarios estructurales que limiten el empeoramiento de las finanzas públicas.