— La incómoda “bomba” heredada por la administración Solís Rivera a la Alvarado Quesada finalmente se resolvió y de forma inesperada: los tres exdirectivos del Banco de Costa Rica que acumulaban 14 meses de suspensión fueron despedidos ayer.
— Paola Mora, Francisco Molina y Mónica Segnini fueron removidos de su cargo por el Consejo de Gobierno a raíz de las irregularidades cometidas por el banco en el otorgamiento de créditos a Juan Carlos Bolaños y sus empresas.
— Según explicó Casa Presidencial, se tuvo por demostrado que Paola Mora promovió alteraciones a actas de la Junta Directiva del Banco de Costa Rica con posterioridad a su firmeza, con el propósito de modificar declaraciones del exdirector Alberto Raven Odio, respecto a que él nunca hubiera aprobado el crédito a Sinocem.
— Además, el Consejo de Gobierno declaró a Paola Mora culpable de haber debilitado el gobierno corporativo del Banco de Costa Rica y de faltar a su deber de probidad, por lo que se le despide sin responsabilidad administrativa para el Estado.
— En los casos de Molina y Segnini el Consejo de Gobierno decidió aplicar una lavada de manos y los destituyó por considerar que “contribuyeron a debilitar la cultura corporativa del Banco de Costa Rica como componente fundamental del buen gobierno”. Mmmm ya. Catorce meses de investigación para determinar que las personas que pegaron el grito al cielo merecen el mismo tratamiento que las que facilitaron la debacle...
— En fin, los tres directores habían sido suspendidos de sus cargos desde el 3 de octubre del 2017, luego de que se negaran a renunciar ante pedido de Luis Guillermo Solís Rivera, el 26 de septiembre del 2017.
Bonus track: El Consejo de Gobierno nombró, este martes 18 de diciembre, a Lina Ajoy como Embajadora en El Salvador y a Shara Duncan como Embajadora Alterna ante la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.
Esta nota es parte del Reporte: Mala jornada para Óscar López y tres exdirectivos del BCR