Ante la inoperancia del Estado por no querer brindar un instrumento regulatorio conforme los avances tecnológicos de la época solo queda seguir luchando por una verdadera libertad económica y no aceptar las cortinas de humo que el gobierno vende. No podemos seguir bajo las alas del mercantilismo estatal.
La libertad económica no es más que la elección personal, el intercambio voluntario, y protección de la propiedad privada. Es un desarrollo de abajo hacia arriba por los individuos, no de arriba hacia abajo por los gobiernos. Solo cuando el individuo es libre puede aspirar a un mejor futuro.
Nuestro país se encuentra en un momento crítico, donde debemos ser capaces de debatir con argumentos sólidos basados en ideas claras que se demuestren con evidencia, proponer políticas públicas más eficientes y eficaces para generar mayor bienestar a la población. Políticas que permitan que más persones tengan acceso al derecho fundamental de la libertad económica.
En un país como Costa Rica, donde las instituciones públicas y de justicia tienden a ser manipuladas por los gobiernos de turno, debemos unirnos para alcanzar un objetivo común de lograr aumentar recursos y focalizarlos a mejores prácticas. Los costarricenses tenemos que hacer un llamado a la conciencia y unirnos en la búsqueda de la libertad económica, no podemos seguir viviendo bajo el yugo opresor del Estado, es momento de que levantemos la voz ante los ministerios, instituciones y programas que no promuevan ni beneficien la libertad económica individual.
La evidencia demuestra que cuando los países promueven mayor libertad económica, los ingresos de la población aumentan, se reduce la pobreza, existe mayor democracia y se fomenta la educación y el desarrollo humano. Lo anterior impacta de manera positiva a la sociedad y permite a los ciudadanos tener un estilo de vida saludable.
Solo cuando los países tienen instituciones sólidas que garantizan el estado de derecho, democracia, sostenibilidad, derechos humanos y eficiencia regulatoria, junto con la apertura de mercados, podrán los individuos ser más libres económicamente y aspirar a un mejor futuro.
“El mercantilismo, el cual alcanzó su máximo en la Europa de los siglos diecisiete y dieciocho, era un sistema del estatismo que empleaba la falacia económica para construir una estructura de poder imperial, así como subsidios especiales y privilegios monopólicos para individuos o grupos favorecidos por el Estado” Murray Rothbard
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