Escribo este artículo con el fin de hacer una pregunta muy directa a los magistrados de la Corte Plena, quienes con su criterio del 16 de octubre acercan al país cada vez más a una crisis económica evitable e innecesaria. Pero antes quiero dejar clara mi lógica y qué es lo que me lleva a hacerles esta pregunta.

Se supone que la justicia es ciega pues debe ser imparcial y darse sin miedo, favores y sin importar el dinero, la riqueza, el poder o identidad de las personas.  Estos son conceptos bellos e importantes, pero no únicos a la justicia. Estas propiedades son también compartidas por las crisis económicas. la evidencia es clara, en crisis la pobreza, tasas de interés y tipo de cambio aumentan, mientras que el gasto en educación, infraestructura y programas sociales disminuye.

Quizás más importante y triste, las crisis económicas no se eliminan con leyes ni decretos, ni se pueden declarar inconstitucionales. Su intensidad y alcance tampoco se puede someter a votación para las mentes legales más importantes de un país. Lo que sí es claro es que se solucionan con dolor, sufrimiento, austeridad y años de ajustes. Esto no es una ilusión, ni una predicción basada en teoría y modelos matemáticos, son realidades claras y predecibles.  Basadas en evidencia rigurosa y años de estudio. Además, la misma experiencia de Costa Rica en la “década perdida” de los ochenta debería bastarnos para entender lo que una crisis le puede hacer a una sociedad.  En términos más de abogados: no se puede alegar desconocimiento de las consecuencias de una crisis fiscal.

Ustedes no quieren que les afecten sus salarios y beneficios que ustedes mismos se han impuesto, pues argumentan que esto interferirá con la independencia y funcionamiento del Poder Judicial. Además de que esta afirmación por si misma es egoísta, también es irresponsable. Por defender estos privilegios afectan al empresario que ahora tiene menos ganancias porque vende sus productos en un país empobrecido, con mayor desempleo y menores salarios. Afectan a las personas que tienen préstamos en colones o dólares, y que ahora van a pagar más porque las tasas de interés son más altas o porque el tipo de cambio se disparó (o ambas cosas al mismo tiempo también). También afectan a las personas más pobres y necesitadas de este país, para los cuales el Gobierno tendrá que recortar el gasto en programas y ayudas sociales.  Sin lugar a dudas afectarán a todos los costarricenses, que viviremos en un país con una inflación mayor, crédito más caro y más pobre. Además,  vendrán organismos internacionales a rescatarnos con la condición de que aprobemos una reforma fiscal mucho más agresiva que la que se propone actualmente. Nuevamente, esto no es pura imaginación, es justamente lo que ocurre cuando un país entra en cese de pagos.

Esto me lleva a las palabras de Fernando Cruz: “solo falta que digan que la Corte es culpable de la pobreza”. Pues, no lo es…. por el momento. Y en efecto, tampoco es responsabilidad de la Corte resolver la pobreza del país. Pero tampoco es trabajo de la Corte hacer esto una tarea más dura y dolorosa de lo que ya es actualmente. Y por cierto, toda persona que gane más de dos millón de colones de salario ya es parte del 10% de los salarios más altos de este país. Ninguno de ustedes es — por definición— parte de la clase media, y esto seguirá siendo cierto aunque mañana ganen la mitad de lo que ganan actualmente.

Para concluir, no soy abogado y nunca he estudiado derecho, pero creo que condenar a alguien claramente inocente es una gran injusticia. La postura de 11 de ustedes está en camino a condenar a millones de costarricenses, tanto vivos que no tienen nada de responsabilidad sobre la situación fiscal actual como muchos que no han llegado. No tengo dudas de sus capacidades ni preparación, por lo que me niego a creer que su postura se deba a ignorancia o incapacidad de entender la situación económica por la que está pasando el país.

Esto me lleva a la pregunta que les quiero hacer: ¿de verdad es justo hacer sufrir a todo un país para que ustedes mantengan sus salarios y beneficios?

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