Escala la polémica con la UNA y la Plaza de la Diversidad

— Este miércoles el rector de la UNA, Alberto Salom, visitó CR Hoy y conversó con Silvia Ulloa y Michael Soto en  Enfoques.

— A pesar de que Salom procuró defender la inversión de $14 millones en la Plaza de la Diversidad indicando que los fondos son propios y que responden a “subejecución” (o bien, “ahorro”) lo cierto del caso es que las críticas, tras su descargo, solo escalaron.

— ¿Qué se le recrimina? Bueno, ya no solo la inversión como tal, sino sus explicaciones. “Hace 3, 4 años como íbamos a saber la crisis que se nos venía” no fue la frase más feliz luego de que el propio presidente Alvarado ha dicho en reiteradas ocasiones que el problema fiscal se viene arrastrando hace mucho, mucho tiempo. Aunado a eso el rector dijo que “invertimos con austeridad... estamos cumpliendo con el país” (titular en CR Hoy y toda la cosa) y bueno, no faltó quién le señalara lo desafortunado de ese comentario.

— El ex vicerrector de la UNA, Leiner Vargas Alfaro, se unió a las críticas que iniciaron anteayer y señaló —entre otras cosas— que el monto a invertir en el proyecto es equivalente al préstamo con el BCIE que permitió a la UNA construir 2 edificios completos (Ciencias Sociales y Filosofía y Letras) así como obras en Nicoya, Coto y el CINPE, entre otras...

— Carlos Ricardo Benavides también compartió sus propios referentes: “El costo de remodelación de la Plaza y la nueva “Casa Estudiantil” de la UNA, es superior al presupuesto anual del Ministerio de Vivienda y equivalente al presupuesto del Ministerio de Ciencia y Tecnología”. Nota al margen: Ehmm... claramente en este país no invertimos suficiente en ciencia y tecnología.

— En fin, todo el mundo alzó la voz, hasta Fabricio Alvarado se unió a la ola, recriminando al rector lo que consideró fue una mala actitud a la hora de brindar explicaciones: “El señor Alberto Salom encuentra más fácil enojarse y señalar, antes de reconocer la falta de prudencia y de transparencia”.

— Naturalmente los diputados de oposición se dieron banquete ayer disparando casi todos los discursos de control político en dirección a Salom así que no dejen de leer Barra de Prensa (exclusivo para suscriptores de Delfino +) para ahondar en detalles.

— Lo que definitivamente saltó a la vista, en todo caso, es que el diputado Wágner Jiménez confirmó que presentó una moción para solicitar que Salom rinda cuentas al Congreso:

“Solicitaré, que convoquemos de inmediato al rector de la UNA, Alberto Salom, para que rinda cuentas y explique al pueblo costarricense, cómo en medio de la situación económica tan delicada que atraviesa el país, se pretende hacer una inversión de $14 millones para una plaza”.

— Así que águilas: esto apenas inicia. El tema con el presupuesto asignado a la plaza es que, a pesar de que la diputada Franggie Nicolás le pida a Carlos Alvarado que detenga la obra (ehm, sí, hizo eso) el presidente no puede hacer tal cosa. Recordemos... autonomía universitaria. Si bien el Estado financia a las universidades públicas con el presupuesto que les asigna cada una puede hacer con el dinero lo que estime conveniente...

— Esto, naturalmente, nos lleva a dos necesarios debates: 1- ¿Es apropiado/justificable el monto que se asigna a las universidades públicas? 2- ¿Lo están invirtiendo de la mejor manera? Esta es una discusión que, claramente, a la luz de la crisis fiscal, es urgente tener.

— Y bueno, si bien es cierto que como bien indica Salom los fondos son “propios” —de la UNA pues— también es verdad que provienen de los contribuyentes... así que es más que comprensible el malestar de un buen sector de la población.

— Sobra decir que la situación es por demás incómoda para el presidente Alvarado, pues si bien “no tiene vela en el entierro” no tardaron en circular en redes sociales las fotografías que dan cuenta de su relación con Salom, pues cuando este último fue diputado el presidente trabajó como asesor en su despacho, donde empezó formalmente su carrera dentro del PAC.

— Más allá de ese dato —que podría o no ser simplemente anecdótico— lo que es innegable es que a) el monto pareciera ridículamente exagerado para la obra descrita y b) el anuncio no pudo llegar en un momento más inoportuno.