Cuando es el máximo defensor y abanderado de la Moción 374, me entra la sospecha. Espero que los errores de la misma sean errores y no actos de mala fe para dañar un modelo que incomoda a quienes no creen en los modelos solidarios”.

Viniendo de una legisladora ambas frases resultan desconcertantes y bien haría la diputada Laura Guido en reflexionar al respecto porque claramente no fue el mejor de sus momentos cuando redactó esas dos líneas.

A ver... quienes han seguido mi carrera desde hace años saben que me he dado gusto sacando de quicio a Juan Carlos Hidalgo más de una vez pero desde una trinchera informal y nunca con el afán de dar a entender que es un carajo con algún tipo de agenda oculta. Al contrario: su agenda es —y consistentemente ha sido— bastante clara. A Hidalgo se le puede y debe cuestionar, criticar y debatir por su forma de pensar —como a cualquier otra persona en su posición, incluyendo a este editorialista— pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

No se vale, diría la diputada Volio, insinuar por la libre que hay “gato encerrado” o “sospecha” en torno a la 374 por el simple hecho de que Hidalgo la respalde. El analista ha explicado de forma extensa y profusa su posición miles de veces. Y es consistente y congruente con su discurso de siempre. No podemos normalizar que una diputada de la República utilice un argumento como el recién descrito para descalificar a la contraparte.

La cosa empeora cuando Guido da a entender que su compañera diputada pudo haber actuado de mala fe al redactar la 347. Esto es simple y sencillamente inaceptable. ¿La moción es flojita? Vaya que sí. Pero de ahí a encañonar con teorías de conspiración sobre las olas a la única persona en ese Congreso que se animó a al menos INTENTAR tocar los intereses de las grandes cooperativas hay tres pueblos de distancia: es simple y sencillamente inaceptable.

Argumentos para debatir el tema sobran. Estos, con los que inició Guido su descargo ayer, claramente distan de ser los mejores. Podemos y debemos, todas y todos, aspirar a mucho más. Especialmente en momentos como estos.

Este editorial es parte del Reporte: ¿Renta para las cooperativas? Fumamos la pipa de la paz con Juan Carlos Hidalgo y la diputada Laura Guido