Dos sesiones extraordinarias en viernes, algo pocas veces visto en el Parlamento costarricense, bastaron para que los diputados justificaran la forma en la que votarían el plan fiscal y le dieran el voto positivo en primer debate.
En un procedimiento ordinario cada legislador tendría 30 minutos para hablar por el fondo del proyecto en primer debate, sin embargo, el tiempo se recordó a 10 minutos por diputado y al final solo 24 hicieron uso de la palabra, mayoritariamente en contra.
Así se vivió la discusión y aprobación del plan fiscal desde la barra de prensa del Congreso.
La diputada solitaria
Shirley Díaz, diputada del Partido Unidad Social Cristiana anunció que votaría en contra del proyecto. Mientras ello ocurría, sus ocho compañeros que más tarde votarían a favor del plan fiscal, abandonaron sus curules y la dejaron hablando sola.
Díaz rompió la línea de fracción en las votaciones de mociones de reiteración en el Plenario, apoyando algunas pres...