Un interrogatorio mal planteado, una fuerte mancuerna con la fracción legislativa del PAC y apegarse a su libreto previamente preparado le sirvió a Luis Guillermo Solís, expresidente de la República, para salir sin mayores raspones del interrogatorio de cinco horas al que fue sometido, respecto al "hueco" de 600 mil millones de colones en el presupuesto del 2018.
Rodeado de los retratos de 45 expresidentes y 1 expresidenta de la República, Solís se sometió a los cuestionamientos de más de una decena de diputados, luego de que la audiencia inicial fuera pospuesta "por razones de seguridad" la semana pasada, aunque en esta ocasión también hubo presencia de manifestantes a las afueras del Congreso.
Si recuerdan el interrogatorio que Solís afrontó en Zapote por el caso del cementazo sabrán que este si acaso le hizo cosquillas, pues antes, durante y después de ella permaneció con una sonrisa en el rostro. En este, la expresión de felicidad no fue la temática, pero sí su capacidad de zafarse...