Casi dos semanas de diálogo preliminar no rindieron los frutos esperados.

El día de ayer trascendió que Gobierno y sindicatos habían logrado culminar sus charlas de calentamiento con un acuerdo que ponía fin a la huelga y daba inicio a una nueva etapa de conversaciones. Sin embargo, el documento, negociado por los líderes de los sindicatos, fue rechazado este domingo por las bases, de modo tal que la huelga nacional indefinida continuará.

Gilbert Díaz, presidente del Sindicato de Educadores Costarricenses, dijo esta tarde en conferencia de prensa:

Queda claro que el documento presentado fue rechazado totalmente, por lo tanto la huelga continúa, compañeros y compañeros, no vayan a las escuelas, no vayan a los trabajos, estén en cada una de las acciones donde tienen que estar dando su fortaleza a este movimiento de huelga

Bien lo resumió el diputado verdiblanco Roberto Thompson: “¡se rechaza la posibilidad de llegar a un acuerdo del que ni siquiera se ha logrado conversar!”. Pues sí. La pregunta es, ¿ahora que sigue? La mesa preliminar debían acabar el viernes, pero ante el rechazo ¿qué harán Gobierno y sindicatos? Steven Nuñez, ministro de Trabajo, llegó incluso a decir minutos atrás: “Ayer UNDECA dijo que sí, entonces trabajaremos con ellos”. Lo cierto es que ya había trascendido que UNDECA dio marcha atrás y también rechazó el documento así que... ¿Con quién va a conversar el Gobierno ahora?

Si la idea es sentarse a negociar con quienes firmen el acuerdo y resulta que nadie lo firma pues... ¿dónde nos deja esto parados? Las conversaciones preliminares se acabaron, el resultado del trabajo conjunto es el documento, si ningún sindicato quiere aprobarlo el Gobierno seguirá aplicando la normativa, es el mensaje de Nuñez.

En otras palabras: queda todo en manos del Poder Judicial y de las declaratorias de legalidad o ilegalidad que irán cayendo una a una. Entonces el escenario se irá, previsiblemente, complicando. Especialmente cuando salga la del MEP, que va a ser mucho más determinante que las 11 que ya han sido resueltas (no se pierdan nuestro infográfico al respecto mañana).

Entre tanto y desde otro lugar, el Poder Judicial ya envió un mensaje que ha levantado más inquietudes en medio de un panorama ya de por sí turbio, en el que los ánimos siguen caldeándose y los insultos cruzados están a la orden del día (lo sabremos nosotros).

"Ni todos los que están sindicalizados son pro-Albino ni pro-justicia social; ni todos quienes criticamos que se mantenga la huelga somos pro-PAC o neoliberales”, escribe, con lucidez, Gabriela Arguedas, pero nadie parece escucharla... el claro y evidente malestar ciudadano en distintos sectores de la población ha empezado a evolucionar hacia discursos “absolutos”, radicales si se quiere: “o estás conmigo o sos mi enemigo”.

En medio de aquel caldo de enojo no son pocas ni pocos los que se sienten ya no digamos confundidos, también atrapados y secuestrados. Muy bien lo resume Ana Gabriel Zúñiga cuando dice: “Yo ya no sé si esto es una “lucha de clases” o una disputa entre élites por privilegios. Lo que sí parece es que nadie está cediendo y las clases vulnerables económicamente son las más expuestas y afectadas con este contexto de crisis”.

En un país que pareciera cada vez más ingobernable, este tipo de divisiones flaco favor nos hacen cuando más urgente resulta el diálogo. Y de nueva cuenta, cito a una tercera persona: “Macondo: el Poder Judicial legisla y define las políticas estatales. Poder Legislativo: juzga. Poder Ejecutivo no ejecuta: consulta”. La frase es de Ana Gabriela Peña y pone en relieve el inquietante panorama que hemos construido desde la mejor de las intenciones (balance, contrapeso, independencia) pero con desafortunados resultados.

Hoy, lo único que tenemos claro es que no tenemos nada claro. No sabemos si las huelgas más grandes serán declaradas legales o ilegales. No sabemos hasta cuándo se mantendrá el país paralizado. No sabemos si pasará o no el plan fiscal. No sabemos...

Lo extraño es que seguimos actuando como si nos sobrara precisamente lo que no tenemos: tiempo.