Durante las últimas décadas los convenios y tratados internacionales han jugado un papel importante en las transacciones internacionales de bienes y servicios entre diferentes países y zonas mundiales, países como México han sabido aprovechar el recurso para impulsar su economía mediante el North American Free Trade Agreement (NAFTA), Colombia con el European Free Trade Association (EFTA) o el caso de Chile y Perú con Trans-Pacific Partnership (TPP). Nuestro país ha tenido por más de cuatro años la posibilidad de integrarse a un bloque económico relevante como lo es la Alianza del Pacífico, sin embargo, la última administración poco trabajó en la adición a este bloque comercial.
El bloque es de suma importancia para la región, éste suma el 50% de la población de América Latina y cuenta con un mercado de 212 millones de personas, el acceso a nuevos mercados podría profundizar la relación con socios importantes como México, Colombia y Chile, he incluso podría ser un trampolín para el acceso de Costa Rica a la región asiática.
Además al suscribirse un protocolo comercial que establece la eliminación de los aranceles del 92% de los productos del comercio interno —que facilita el comercio entre las naciones— se permitiría acceder a esos mercados utilizando insumos de cualquiera de esos países, con miras a la formación de cadenas globales de valor; modernización de los procesos aduaneros, etc.
El sector turismo es de suma importancia para el país, ante la adhesión a la Alianza del Pacífico se advierte que fortalecería a este sector, dado que el requisito de eliminación de las visas a los nacionales de los Estados miembros puede incrementar el flujo turístico de latinoamericanos al país, los cuales no son el mercado tradicional de Costa Rica. Asimismo, el bloque ha promovido el flujo estudiantil entre los países generando gran cantidad de becas en múltiples áreas de interés para los países involucrados.
La incorporación a un bloque económico del peso de la Alianza del Pacífico, generaría un beneficios como país, donde se estima un aumento del ingreso real promedio del 0,811%, así mismo, estudios como el de Konrad-Adenauer-Stiftung indican que ante una integración profunda los sectores más beneficiados serían el de agricultura y alimentos, comercio, textiles y maquinaria, por lo tanto, el país como muchos sectores productivos se verían beneficiados por reducciones en los costos productivos, que no son bajos en el nuestro país.
Por lo tanto, si bien existe la necesidad de una reforma fiscal mediante el proyecto 20.580 “Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas”, no me cansaré de exigir políticas de reactivación económica, ya que la integración a estos bloques traerían consigo una serie de beneficios sociales y económicos ya mencionados con anterioridad como los son, el mejoramiento de nuestras relaciones comerciales con las naciones involucradas aumentando nuestra apertura comercial, se beneficiará al consumidor y productor costarricense con una mayor amplitud de bienes disponibles y una baja en los precios.
El mayor de los beneficios sería la dinamización de la economía costarricense, dada la situación fiscal de nuestro país es imposible no proponer la integración a estos bloques económicos y no ver más allá de los impuestos. Esperemos que no sea demasiado tarde y que la Alianza del Pacífico no haya perdido el interés de tener a Costa Rica como miembro.
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