El Presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada ordenó abrir cuentas bancarias a más de 247 mil personas que reciben beneficios de programas sociales estatales, pero que todavía están excluidas del Sistema Bancario Nacional.

Mediante la directriz “Inclusión financiera en programas de transferencias del Estado”el mandatario ordenó que toda persona que reciba ayuda estatal, tenga una cuenta de ahorros.

“Estamos dando un salto cualitativo en la inclusión financiera de miles de familias, actualmente excluidas de la economía formal”, comentó Alvarado.

Según datos suministrados por Presidencia, cerca de 247.800 personas que reciben asistencia de Avancemos, FONABE y del Régimen No Contributivo no tienen cuenta bancaria. Eso representa al menos el 52% del total de la población atendida por esos programas.

"Los medios electrónicos son la puerta de entrada al sistema financiero nacional, que podrá llevar a miles de familias al ahorro, acceder eventualmente al crédito e incluso a facilitar pequeños emprendimientos", justificó el Presidente.

La directriz establece que el Ministerio de Educación con su programa FONABE y el IMAS con su programa Avancemos tendrán un plazo de 6 meses para migrar de métodos no bancarizados, --como tarjetas prepago, cheques y retiros en ventanilla-- a transferencias bancarias. También insta a los bancos estatales brindar las facilidades necesarias para que se realice la apertura de esas cuentas.

"Se ha instruido a las instituciones y a los bancos del Estado a fin de que faciliten a los beneficiarios la coordinación para la apertura de cuentas de ahorro con trámite simplificado, que implique solo la presentación de la cédula", explicó la ministra coordinadora del Sector Económico, Edna Camacho.

La directriz también insta a las municipalidades a unirse a este esfuerzo de inclusión financiera, adecuándose a los términos de la directriz para todas aquellas transferencias de programas sociales que administran.

Esta disposición se enmarca en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, suscritos por el Estado Costarricense, que establece como meta “Fortalecer la capacidad de las instituciones financieras nacionales para fomentar y ampliar el acceso a los servicios bancarios, financieros y de seguros para todos”, para el mejoramiento en las condiciones de pobreza y desarrollo humano.

De acuerdo con los más recientes estudios del Banco Mundial, Costa Rica cuenta con niveles cercados al 70% de inclusión bancaria. Sin embargo, aún existe un gran desafío de alcanzar mayores niveles.