La crisis socio-política que vive Nicaragua desde el pasado 18 de abril y que ha dejado 120 personas fallecidas, ha sido de los temas destacados en la 48 sesión de la Organización de Estados Americanos, OEA, el encuentro político más importante de la región.

Representantes de Estados Unidos, Canadá, Costa Rica, Colombia, Argentina y Perú, se han pronunciado sobre los hechos violentos ocurridos en el país centroamericano a raíz de las protestas ciudadanas en demanda de la “democratización” del país.

“En Nicaragua los grupos armados y policías han matado a muchos simplemente por hacer manifestaciones pacíficas” dijo Mike Pompeo, Secretario de EEUU, durante su intervención, agregando que su país apoya las recomendaciones que hiciera la CIDH al gobierno de Nicaragua.

“Costa Rica se rehúsa a guardar silencio ante la escalada de violencia en Nicaragua,…Instamos al gobierno de Nicaragua a cesar inmediatamente violencia así como detención arbitraria de los que participan en protestas”, declaró Epsy Campbell, canciller de Costa Rica.

La violencia ha ido en aumento desde el pasado 30 de mayo. Ciudades como Estelí, Chinandega, Matagalpa, Managua y Masaya, han sido protagonistas de múltiples enfrentamientos violentos que resultan en muertes y decenas de heridos.

Masaya, situada al sur de la capital, ha sido de las más devastadas por los enfrentamientos. Entre el sábado, domingo y la madrugada de este lunes se registran 10 fallecidos, decenas de heridos y más de 40 detenciones, según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, entre las víctimas hay menores de edad y el policía José Martínez, de 21 años.

A pesar de que el presidente Daniel Ortega ha declarado que dio orden a las fuerzas del orden de no salir de sus cuarteles, los enfrentamientos no han cesado en todo el país. La Policía califica a los manifestantes de “grupos delincuenciales” y “terroristas” que causan disturbios al orden público.

"Ante esos episodios, realmente condenamos todas las manifestaciones de violencia, en especial lo que sea la represión a ciudadanos que se manifiestan pacíficamente”, expresaban en la OEA el Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Faurie.

Diálogo y tranques

El dialogo nacional para resolver la situación de forma pacífica se encuentra suspendido por la iglesia católica debido a la falta de cumplimiento de las recomendaciones principales de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH.

La coalición de universitarios advirtió hoy que “los actos de represión y asesinato (…) tienen el objetivo de desmovilizar al pueblo e instar a la Alianza Cívica a abandonar el dialogo nacional”. Agregaron estar conscientes de la “nula voluntad política de los representantes del gobierno en el dialogo nacional” e invitaron a la población a continuar en las calles.

Algunos miembros de la coalición universitaria, familiares de las víctimas y derechos humanos se encuentran en Washington participando en foros, entrevistas y manifestaciones a las afueras de la OEA para que la crisis sea incluida en la agenda de los países y tomen medidas respecto a la situación.

En Nicaragua las muestras de desobediencia civil continúan en al menos 8 departamentos. Los ciudadanos mantienen los tranques limitando la movilización de vehículos en las principales carreteras del país, mientras más voces piden al sector privado declarar “Paro Nacional”, el último fue en 1979, antes de la caída del dictador Anastasio Somoza.

Esta mañana los comerciantes del Mercado Oriental, el más grande de Centroamérica, se declararon en paro. Afirman no pagarán tributos ni impuestos y han colocado barricadas como medida de protección por las constantes amenazas de incendio y saqueos.

El transporte de carga internacional y nacional también está en tranques desde hace 4 días en la carretera Panamericana sur. En Departamentos como Carazo y varias ciudades del sur del país, más de 500 camiones de carga se encuentran detenidos por varios kilómetros de la carretera bloqueando el acceso a las ciudades.

En Jinotepe, Carazo, un grupo de jóvenes autoconvocados regalaban comida y café a los camioneros en el tranque. A pesar de mantener incomunicada la ciudad por varias vías, la población demuestra apoyarlos; “Los camiones ayudan a detener los ataques", afirman.